5 cuestiones por las que Alemania fue eliminada de la Eurocopa


La eliminación de Alemania ya es una realidad, y los octavos de final fueron un lugar muy impropio para caer derrotada. Hoy trataremos qué cinco factores llevaron a la Mannschaft al desastre en su último torneo con Joachim Löw en el banquillo.

Joachim Löw y un esquema que no funcionaba

Löw quiso innovar en su último torneo y apostó por una línea de tres centrales atrás que no terminó en ningún momento de funcionar. El 3-4-3 traía serios problemas de base como la necesidad de desplazar a Kimmich al carril derecho para que Kroos y Gündogan/Goretzka jugaran en el centro del campo, y también la de unos defensores que supieran replegar rápido en caso de pérdida. Si esto ya eran suficientes inconvenientes, con el paso de los partidos vimos una gran dificultad para generar juego por dentro e imponerse en el centro del campo, con una buena cantidad de acciones que siempre terminaban en centros laterales de Kimmich, que no tenía tanta influencia en la banda como cuando suele jugar en el mediocampo.

¿El resultado? Un equipo que no estaba cómodo cuando le dejaban el balón y que tampoco lo pasaba bien cuando tenía que defender. Löw hizo cambios puntuales como en el segundo tiempo contra Portugal, con un Kimmich algo más centrado, pero la base inicial era siempre la misma. Los jugadores no se terminaron de adaptar a la idea y eso pasó factura.

Un ataque inerte de Alemania

Con 6 goles anotados en 4 partidos, a simple vista podría parecer que el registro ofensivo de la Mannschaft no fue tan malo. La realidad es que la ofensiva fue uno de los principales lastres. En la mitad de los encuentros disputados Alemania no anotó ningún gol y las figuras de ataque destacaron en lo negativo. Havertz, salvo el encuentro contra Inglaterra, fue muy frío a pesar de los goles, y Gnabry, Werner y Sané fueron muy erráticos. Alemania dependió mucho de encontrar a un Thomas Müller fino en tres cuartos de campo, a quien se echó muy en falta en el primer tiempo contra Hungría. En el banco Musiala lo hizo muy bien la única vez que se le presentó a oportunidad, y Volland fue otro preso de la mala dinámica general y de la falta de minutos. De haber confiado más en Jamal, se habría visto una selección mucho más fluida y a la que, quizá, no le faltara tanto mordiente arriba.

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Los bajos niveles individuales

La baja forma no es exclusiva sólo del ataque. En otras zonas del campo también se vieron varios jugadores que no dieron la talla como se esperaba. A destacar el rendimiento defensivo, donde de no ser por Hummels habrían concedido más goles de los siete encajados. Ginter y Rüdiger, sobre todo este último, estuvieron muy por debajo del nivel mostrado por el capitán de Borussia Dortmund. Y ya en el mediocampo se esperaba mucho más de Ilkay Gündogan y Toni Kroos, que no terminaron de ser la brújula que el equipo necesitaba y reavivaron la discusión sobre la posición de Kimmich. Goretzka, en los minutos que tuvo, lo hizo mejor que los dos más experimentados.

Pocas variantes en la lista

Con tantos jugadores que podrían haberlo hecho mejor, Löw debería haber buscado alguna solución en su lista para revertir las cosas. Sin embargo, la realidad es que la convocatoria de por sí ya tenía varias carencias y algunos jugadores podrían haber entrado e incluso ser parte del XI inicial. Este es el caso de Ridle Baku, que deslumbró durante el Europeo Sub-21 y que se quedó fuera de la absoluta cuando podría haber sido el carrilero derecho titular, dejando a Kimmich el hueco bien cubierto para poder partir desde el centro del campo ya que Löw sólo había convocado a un lateral derecho puro (Klostermann). Además Lukas Nmecha y Florian Wirtz, también campeones con la Sub-21 de Kuntz, podrían haber aportado a la convocatoria perfiles necesarios como el de un punta más físico y otro atacante que, junto a Musiala, supiera moverse bien cerca del área. Löw acabó encasillado en los mismos hombres, dando oportunidades esporádicas cuanto no quedaba de otra y condenando al ostracismo al resto.

Alemania, siempre a contracorriente

Por último es necesario hablar de la actitud y solidez al inicio y durante los partidos. Durante la fase de grupos, Alemania encajó goles durante los primeros 20 minutos en todos sus encuentros, y no supo lo que era marcar primero en toda la Eurocopa. La Mannschaft fue el equipo que más minutos estuvo por detrás en el marcador de todos los participantes, teniendo que remar a contracorriente siempre para remontar. Contra Portugal lo logró y se llevó los tres puntos pero contra Francia y Hungría falló, y al final Inglaterra terminaría eliminando a los alemanes.

Todas estas son las variables que llevaron a la Selección Alemana a terminar su andadura en la Eurocopa antes de tiempo. Este torneo ya es pasado, pero Hansi Flick tendrá que analizarlo muy bien para encontrar soluciones y devolver a Alemania a la senda del triunfo.