Achraf Hakimi para Mauricio Pochettino y viceversa


El verano del París Saint-Germain nos parecería irreal hasta en un videojuego. El cuadro francés se ha reforzado en muy pocas semanas con futbolistas de muchísimo nivel, los cuales elevan considerablemente el techo potencial y competitivo de este equipo (a la espera de ver qué ocurre finalmente con el futuro de Kylian Mbappé), y una de esas grandes incorporaciones es la de Achraf Hakimi. El jugador marroquí se ha convertido en el quinto fichaje más caro en la historia del PSG (por el precio base de su traspaso), tan solo por detrás de Neymar Jr., Kylian Mbappé, Edinson Cavani y Ángel Di María, y llega a París con el cartel de haber sido uno de los jugadores más importantes en el Scudetto del Inter de Milán. Achraf Hakimi aterriza en el Parque de los Príncipes para reforzar una necesidad clara en el sistema parisino, pese a que la temporada de Alessandro Florenzi haya sido muy positiva, elevando el listón de una defensa (y un equipo en líneas generales) que arrastra desde hace tiempo una debilidad muy destacada en sus dos laterales en las noches más importantes.

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Achraf se encontró muy cómodo la temporada pasada en el Inter de Antonio Conte. El técnico italiano le garantizó a nivel táctico bastantes facilidades para lucir dentro de su sistema de tres centrales y dos carrileros, teniendo en cuenta que la mejor versión que se había visto del marroquí en el Borussia Dortmund también había sido en una defensa de cinco futbolistas actuando como carrilero y no como lateral en una línea de cuatro. Dándole protagonismo en todas las fases del juego, tanto en la elaboración en el campo propio como en la aceleración a media altura o la finalización en el último tercio, con y sin balón, Achraf Hakimi se ha impuesto de forma sobresaliente para ser una pieza clave en el mismo lado del dibujo que Stefan de Vrij (central), Nicolò Barella (interior derecho) Romelu Lukaku (delantero). Conte construyó a nivel táctico una serie de triangulaciones dentro de este sector que ponían de espaldas a Lukaku y a Hakimi corriendo por fuera, y algo parecido querrá idear Mauricio Pochettino sobre este perfil, teniendo en cuenta que el extremo que parte de esa banda juega naturalmente a pierna cambiada (Ángel Di María).

Achraf Hakimi, en el año 2017, celebrando un gol con la camiseta del Real Madrid. Foto: Kristian Kane/Focus Images Ltd
Achraf Hakimi, en 2017, celebrando con la camiseta del Real Madrid. Foto: Kristian Kane/Focus Images Ltd

Tras conocerse los fichajes de Achraf Hakimi y Sergio Ramos, la prensa francesa fue la primera en dibujar la posibilidad de que el PSG juegue esta temporada con un esquema de tres centrales y dos carrileros. Es demasiado pronto todavía para anticiparse y detallar cuestiones de este tipo, ya que faltan muchas semanas de mercado y podría haber entradas y salidas muy relevantes en la plantilla parisina, pero sí tiene bastante sentido que Pochettino buscase el modo de potenciar al internacional marroquí a nivel táctico, porque seguramente es, de todas las estrellas que tiene el equipo, quien más lo necesita. Achraf Hakimi ya es una realidad en el fútbol europeo. De eso no cabe ninguna duda. Pero esa afirmación no excluye reconocer que su juego, con 22 años, lógicamente no es perfecto. Y eso que esta temporada ha crecido en algunas situaciones que se le atascaban mucho en el Borussia Dortmund. Achraf es un futbolista que, como en la mayoría de casos, se encuentra mucho más cómodo con espacios que sin ellos. Cómo y dónde más luce es en la carrera cuando el interior/extremo de su lado consigue aclararle el carril para conducir (con la pelota) o desmarcarse (sin ella) y adentrarse en el área desde fuera, pero este tipo de situaciones evidentemente son más difíciles de provocar en equipos que, como ocurre con el PSG en la Ligue 1, amasan grandes porcentajes de posesión por partido y atacan de modo posicional.

Como ya analizamos en el mes de octubre, Alessandro Florenzi encajó bien en este PSG porque, siendo un futbolista de un perfil evidentemente más bajo que las estrellas del vestuario, entendió que su rol era tan decisivo con la pelota como sin ella. Con Di María partiendo por delante en su sector (derecho), actuando como extremo a pie cambiado, metiéndose muy pronto por dentro para combinar con Neymar y Mbappé olvidándose en muchas ocasiones de lo que dejaba a su espalda (la presencia de Florenzi en banda), el italiano era importantísimo a nivel táctico dentro del dibujo para estirar y garantizar una amplitud muy necesaria para que el rival no pudiese centrar todos sus esfuerzos en defender exclusivamente dos de los tres carriles del campo (central e izquierdo), que es donde más futbolistas aglutinaba el PSG en sus ataque más posicional. Y respondiendo después de una forma bastante eficaz en sus golpeos para cargar el área (muchas veces al primer toque) y explotar el centro desde su perfil. Una situación que Achraf también deberá asegurar dentro del sector, ya sea como lateral (en una defensa de cuatro) o como carrilero (en una línea de cinco), aunque seguramente el jugador marroquí gozará de otras acciones que exploten su talento en los metros finales con mayor continuidad de lo que se ha hecho con Florenzi.

La prensa gala especular con que el PSG podría jugar con tres centrales. Foto: Daniel Hambury/Focus Images Ltd
La prensa especula con que el PSG podría jugar con tres centrales. Foto: Daniel Hambury/Focus Images Ltd

Lógicamente, contar con un tercer central que proteja su espalda en la cobertura le ha ayudado mucho a Achraf Hakimi a nivel defensivo; tanto en la cobertura (para darle algo más de margen en el retorno) como en los repliegues más posicionales, puesto que el futbolista marroquí tiene aún un margen de mejora bastante amplio en estas acciones. Si antes decíamos que Achraf sufre para imponerse (con balón) en escenarios de mayor dominio posicional, si el sistema le obliga a recibir al pie de manera muy continua con el rival defendiendo de cara, puesto que aún tiene cosas por pulir en cuanto a sus controles y la forma en que se perfila cuando pretende salir hacia dentro, en la defensa, en según qué escenarios, también tiene dificultades para no ser superado (técnicamente, por una cuestión de calidad defensiva, y emocionalmente, si se ve muchas veces desbordado). Achraf Hakimi, a estas alturas de su carrera, mejora claramente lo presente, y puede ser un futbolista que sume muchas cosas en el día a día y en noches grandes para este PSG, pero para ello será importante que Mauricio Pochettino encuentre el modo de sacarle el máximo partido, como hizo en su día Lucien Favre y como ha hecho recientemente Antonio Conte, sin que esto mismo altere o perjudique en absoluto un ecosistema en el que se mueven actores del primer escalón europeo como es el caso de Neymar Jr., Ángel Di María o Kylian Mbappé.

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Foto de portada: Paul Chesterton/Focus Images Ltd.