Alemania vuelve a reinar en el Europeo sub-21
Alemania se coronó este domingo en Liubliana campeona de Europa sub-21. Con esta, la selección germana ha disputado las tres últimas finales del Europeo (las dos primeras ante España), todas ellas con Stefan Kuntz en el banquillo, y ha ganado dos (2017 y 2021). Lo cierto es que Alemania fue muy superior a Portugal en el partido de este domingo. Con y sin balón, pese al buen arranque inicial de los lusos, el cuadro de Stefan Kuntz consiguió doblegar al de Rui Jorge con una estrategia parecida a la empleada en la semifinal ante Países Bajos. Tanto en el fondo como en la forma. De hecho, Alemania repitió el mismo once que tres días antes. Riedle Baku volvió a ser el lateral derecho (ante la ausencia por problemas físicos de Josha Vagnoman), mientras que Florian Wirtz volvió partir desde el extremo y Salih Ozcan fue el mediapunta por detrás del delantero centro Lukas Nmecha. Con esta victoria, Alemania se distancia de Inglaterra, Países Bajos y Rusia (que tienen dos títulos cada una) y se consolida como la tercera selección con más Europeos sub-21, con tres (2009, 2017 y 2021), tan solo por detrás de Italia y España, ambas empatadas con cinco.
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Portugal salió mejor de inicio. La selección de Rui Jorge adoptó una versión proactiva desde el arranque, queriendo tener el balón desde los primeros compases, saliendo con la pelota controlada desde sus centrales, y presionando automáticamente cada pérdida (o reinicio de los alemanes), conservando el sistema 4-4-2 en rombo que le ha llevado hasta esta final. El dibujo fue el mismo, con un pivote, dos interiores y un mediapunta por detrás de los dos delanteros, pero Rui Jorge introdujo dos cambios con respecto al partido del pasado jueves ante España: Florentino Luís entró como mediocentro, siendo el vértice inferior de este rombo, y su presencia desplazó al interior a un Daniel Bragança que hasta ahora había actuado como centrocampista más posicional, mientras que Tiago Tomas fue el acompañante de Dany Mota en el ataque. Portugal marcó el tempo en los primeros minutos e incluso se acercó con peligro a la portería rival, con un Mota bastante eléctrico en el perfil izquierdo de la doble punta (con Tiago Tomas en el lado derecho), adentrándose en el área, retando una y otra a vez a su par y disparando en los metros finales, pero el partido cambió por completo con el primer acercamiento de Alemania: un disparo envenenado (rebote) del talentosísimo Florian Wirtz que golpeó en el larguero de la portería del luso Diogo Costa.
Alemania 1 (Nmecha 49′)
Portugal 0
El remate a la madera hizo temblar a los portugueses y dio pie a un dominio sostenido de los alemanes en campo contrario. La convocatoria de Wirtz para esta ronda final del campeonato ha elevado claramente el potencial competitivo de esta selección alemana. Stefan Kuntz ha diseñado desde la pizarra una serie de rutas y mecanismos que el equipo, con el paso de los partidos, ha ido perfeccionando con sus sinergias hasta completar un sistema que ha anulado en estos dos últimos encuentros (en semifinal y final) a Países Bajos y Portugal. Liberando a los dos extremos (Berisha y Wirtz), que han aparecido muchas veces dentro del carril central para asegurarle al bloque una serie de zonas clave entre líneas para progresar de manera vertical con una ocupación del espacio bastante eficaz (ya que esta Alemania no actúa con interiores en medio campo, sino con dos futbolistas que han jugado todo el tiempo escalonados), pues a estos desmarques hay que sumar la presencia de Ozcan por detrás del delantero (Nmecha) y la amplitud por fuera de los laterales, Baku y Raum. De esta forma, de dentro hacia fuera o de fuera hacia dentro en función de la defensa rival, pero siempre hacia delante, con buen ritmo en los pases, Alemania empezó a desarbolar el bloque medio de una Portugal cada vez más superada en todos los sentidos (pues también perdió su amenaza).
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El primer tiempo acabó 0-0, pero dejó varios nombres muy interesantes. Wirtz puso la nota diferente en los metros finales, apareciendo entre líneas, rajando a los portugueses con sus recepciones y colando pases muy peligrosos en el último tercio; Nmecha volvió a tirar de recursos como delantero, con y sin balón, pare ofrecerse en el apoyo y romper en el área con sus desmarques (como el de la acción del 1-0), demostrando además que es un futbolista poderoso físicamente en el cuerpo a cuerpo, y Nico Schlotterbeck, el central zurdo, tuvo un impacto muy positivo en la creación y la consolidación de ese dominio en campo rival. El defensor del Union Berlín se atrevió a iniciar el juego de los suyos con balón al pie, conduciendo y dividiendo para superar la presión, y cambiando la orientación del juego hacia el sector opuesto (el derecho), que es por donde Alemania generó el mayor peligro. Sin la pelota, en acciones puramente defensivas, Schlotterbeck se mostró bastante fiable en los duelos y consiguió anticiparse a varios contragolpes de los portugueses, que, aun así, cerca estuvieron de marcharse al descanso por delante en el marcador, pero Vitinha desperdició la ocasión más clara de los suyos en el encuentro al decidir mal una jugada en área pequeña.
Alemania se adelantó tras el descanso con una buena acción de Nmecha dentro del área (desmarcándose en pocos metros, controlando el esférico, sorteando la salida del portero y definiendo sin apenas ángulo), y a partir de ese momento optó por conservar su ventaja en el marcador a partir del espacio (mediante el repliegue) y no necesariamente a través del esférico (posesión). El paso al frente de Portugal también le obligó a ello, las cosas como son, pues Rui Jorge quemó todas las naves (como no podía ser de otro modo) con la entrada de Jota (sorprendentemente, por Vitinha) y Francisco Conceiçao, que ingresó al césped muy activo en el ataque, pero en esas Alemania logró hacerse fuerte gracias a la figura de uno de los mejores futbolistas de este torneo: Niklas Dorsch, que se apoderó de todo lo que ocurría dentro de su radar. El actual futbolista del KAA Gent destaca por una capacidad física envidiable en el recorrido y la capacidad para repetir esfuerzos de máxima intensidad en medio campo (aunque esto, en ocasiones, le lleva a ser un jugador algo desordenado para el rol o la posición que ocupa), y ese poderío, sumado a su buena destreza con balón, le llevó a ser ayer uno de los mejores futbolistas de la final. Y lo ha sido de todo este Europeo.
Alemania resistió en la segunda parte, a pesar de las buenas acciones técnicas de los Conceiçao, Vieira y compañía, y de las oportunidades al contragolpe desperdiciadas en el tramo final para haber cerrado el partido mucho antes (de no haber sido por las malas decisiones de Karim Adeyemi en el área rival), pero el 1-0 fue suficiente para devolverle cuatro años después al trono que Stefan Kuntz lleva peleando mucho tiempo. Alemania vuelve a ser la mejor sub-21 de Europa, la primera selección que lo consigue con este formato, y no puede decirse que no haya hecho méritos en esta ronda final para lograrlo.
Foto de portada: Tomàs Martínez/MarcadorInt (Todos los derechos reservados).