Antonio Blanco: Aterrizaje en Tierra Santa


Antonio Blanco ha echado la puerta abajo. El centrocampista del Real Madrid Castilla se ha convertido en un recurso de plenas garantías para el primer equipo de Zinedine Zidane. Centrocampista organizador, capaz de marcar el tempo del primer equipo por delante de la defensa, y destructor en la fase defensiva, donde está demostrando ser un jugador agresivo en la recuperación que salta directamente sobre el poseedor (y no cierra línea de pase, que es como ha defendido habitualmente este Real Madrid, pues ese rol sigue siendo en muchos casos propiedad de Casemiro), el canterano blanco ha irrumpido en un momento clave para el equipo aportando aire (para que los habituales descansen), descaro y una aleación de elementos de carácter técnico y táctico que le ha sentado realmente bien al Real Madrid. Antonio Blanco es una suerte de fichaje en el tramo más importante de la temporada, cuando todo está por decidirse y el oxígeno es muy escaso, y su encaje, tan rápido y tan productivo, le ha abierto un nuevo horizonte de posibilidades a la pizarra del Real Madrid 2020-2021.

Antonio Blanco ya ha jugado esta temporada como acompañante de Casemiro en el centro del campo del Real Madrid, como ocurrió ante Osasuna y Cádiz, o en el tramo decisivo del encuentro ante el Betis, pero también como único pivote en la segunda parte ante el Getafe, que es como juega habitualmente a las órdenes de Raúl González en el Real Madrid Castilla. La situación evidentemente cambia mucho entre una y otra, pero el simple hecho de que el primer equipo pueda manejar distintas opciones con su presencia en el campo supone una disyuntiva tan enriquecedora (para el equipo) como reveladora (con el futbolista). Si Antonio Blanco se ha adaptado tan bien y tan rápido a la realidad del Real Madrid es porque además de calidad técnica, que la tiene, ha derrochado mucha personalidad para adaptarse a distintas situaciones en el máximo nivel sin dejarse sobrepasar por las mismas. El jugador cordobés ha agarrado el toro por los cuernos, consciente de que este tipo de oportunidades solo pasan una vez en la vida, y su impacto en el primer equipo ha sido tan súbito como sencillo, que es el mejor alago que puede recibir un joven que pasa a jugar con los mayores. Y más un jugador de sus características, con la posición que ocupa, en todo un Real Madrid.

Antonio Blanco, con la sub-17 de España. Foto: MarcadorInt (Todos los derechos reservados)
Antonio Blanco, con la selección sub-17 de España. Foto: MarcadorInt (Todos los derechos reservados)

El canterano blanco transmite una tranquilidad impropia en un futbolista de su edad (20 años) en la máxima élite. Antonio Blanco está jugando con una relajación especialmente vistosa en todas sus acciones. El lenguaje corporal de sus gestos denota una confianza muy grande en todo lo que hace, como si en realidad llevase toda la vida en Primera División organizando el juego del equipo y destruyendo el del rival, y esa percepción hace intuir que Antonio Blanco esconde un potencial muy importante en esa convicción tan natural. El joven futbolista andaluz maneja un arsenal de recursos muy interesante con el balón en los pies. Siendo la derecha su pierna más hábil, con la cual crea, organiza y destruye, Antonio Blanco también ha hecho de su pie izquierdo un buen recurso en la asociación más continuista en medio campo, pero evidentemente con el derecho es con el que más se atreve. El cordobés es un centrocampista con capacidad para batir líneas con su pie más hábil, una cualidad que tiene tantísima importancia técnica como mental, pues se trata de un futbolista que lee, detecta e interpreta bien las situaciones sobre la marcha, y esa habilidad es la que le permite normalizar una serie de situaciones que, en cualquier otro caso, sin esa deducción continua y productiva del juego, conllevarían un riesgo muy alto (y quizás poco rentable) como pivote.

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Antonio Blanco se atreve. Algo siempre positivo, y más siendo tan joven, pero lo hace con plena consciencia del escenario y de sus propias posibilidades; algo que revaloriza una valentía bien entendida. El canterano del Real Madrid es un futbolista con calidad y carácter, una conjunción clave para llegar y (sobre todo) asentarse en el máximo nivel, pues no le está pesando la responsabilidad de ser muchas veces el primer receptor por delante de la defensa, y, en consecuencia, el primer futbolista al que el rival marca en la presión, sino que está luciendo en este contexto como un futbolista perfectamente preparado (técnica, táctica, física y mentalmente) para responder a la exigencia y ayudar al equipo en situaciones de máxima dificultad numérica y/o posicional. Ese desparpajo es, casi con total seguridad, el elemento que ha convencido a Zinedine Zidane para darle una responsabilidad de esta envergadura (con el equipo luchando por el título de Liga) a un futbolista que apenas lleva unas semanas en Primera División. Antonio Blanco vale para el primer equipo, y debajo de esa capa de serenidad y firmeza se encuentra un jugador de plena jerarquía (potencial).

Antonio Blanco está siendo importante para Zinedine Zidane. Foto: MarcadorInt (Todos los derechos reservados)
Antonio Blanco está siendo importante para Zinedine Zidane. Foto: MarcadorInt (Todos los derechos reservados)

Un detalle clave dentro del análisis es la forma en la que Antonio Blanco se desenvuelve dentro del campo. El andaluz juega siempre con el tronco erguido y la cabeza levantada, una postura que le permite mantener una visión continua sobre todo lo que ocurre a su alrededor, y ese gesto es invariable en todas las alturas y situaciones del encuentro. De hecho, la perspectiva tan limpia y constante que Antonio Blanco mantiene sobre el juego es su mejor aliada. Técnicamente, el joven futbolista cordobés del Real Madrid es un jugador ágil en la distribución. Utiliza preferente la zona interior de su pie derecho, tanto en pases cortos como en asociaciones algo más largas/intermedias, y lo cierto es que no siempre necesita realizar una palanca completa sobre su golpeo para transportar el esférico hacia la zona deseada. Y en este sentido, esa lectura ya tan bien educada para no desconectar nunca del juego e interpretar la mejor opción sobre la marcha es, en el fondo, una fuente que le permite aprovechar esa velocidad para ahorrar costes y recursos dentro de un proceso que puede presumir de ser muy eficiente. Obviamente, Blanco tiene muchas cosas dentro de su fútbol que deberá ir corrigiendo con el tiempo, como es lo más normal en los jugadores de su edad, pero la posición del propio cuerpo, esa interpretación del juego y la amplia gama de horizontes que maneja en el golpeo son, por lo pronto, elementos que invitan a creer en un potencial bastante grande. No es sencillo aterrizar con la estabilidad con la que lo ha hecho.

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El andaluz, a estas alturas, ya ofrece una versión muy competitiva entre eficacia y eficiencia en todas sus acciones. Lo mismo actúa como primera referencia en salida de balón para esconder el esférico, amagar con el cuerpo y sortear el acoso del rival que cambia la orientación del juego, a media altura o incluso en campo contrario, para activar referencias alejadas que hagan avanzar al equipo desde las posiciones más despobladas. El andaluz está dejando todo tipo de detalles con su aterrizaje en la élite, como los hace habitualmente en el Castilla (y antes en el Juvenil campeón de la UEFA Youth League), tanto en cantidad como en calidad, y esa adaptación tan fresca y desvergonzada se ha convertido en una bombona de oxígeno para el equipo en el momento más necesario. Antonio Blanco le está permitiendo respirar a Toni Kroos y Luka Modric en las semanas más decisivas de la temporada, y, como ya analizamos en el caso de Arribas, aunque en unas circunstancias diferentes, y como también (quizás dentro de no mucho tiempo) podría ocurrir con Miguel Gutiérrez en la posición de lateral izquierdo, su entrada en el equipo tiene más de fichaje (a medio o largo plazo) que de parche (en el corto). Así de serio está siendo su impacto.

Antonio Blanco está dándole descanso a Kroos y Modric. Foto: MarcadorInt (Todos los derechos reservados)
Antonio Blanco está dándole descanso a Kroos y Modric. Foto: MarcadorInt (Todos los derechos reservados)

Por perfil, debido a la propia configuración de la actual plantilla, lo cierto es que Antonio Blanco tiene un encaje y un potencial recorrido mucho más lógico que Sergio Arribas, pues este, a priori, tendrá una mayor competencia a medio y largo plazo en la posición que ahora ocupa; pero, en cualquier caso, hablamos de tres futbolistas (incluyendo aquí a Miguel Gutiérrez) de nivel Real Madrid. Resulta tan interesante como oportuno sacar el nombre de Casemiro en el análisis que estamos realizando de Antonio Blanco, pues a la vista está que ambos pueden ser perfectamente complementarios sobre el césped. El canterano, cuando está jugando con el brasileño en el centro del campo, está actuando como pivote más posicional, y este es un detalle realmente interesante en el sistema del Real Madrid. Uno de los grandes déficits del equipo blanco es su falta de desborde en los metros finales, ya que las lesiones de Eden Hazard y la progresión de otros futbolistas como Vinícius, Rodrygo o incluso Asensio ha provocado que el Real Madrid acuse en los metros finales una carencia de regate y desequilibrio (diferencial) que Zinedine Zidane ha debido compensar por otro lado y con otros hombres para que el equipo no se quede cojo en el área rival. La energía y la profundidad de futbolistas como Valverde y el propio Casemiro, capaces de permanecer mucho tiempo por delante del balón para sumar esa amenaza en el área contraria, se ha convertido muchas veces en el mejor recurso dentro del discurso para paliar una necesidad de difícil cobertura. Y al hilo de esto, la presencia de Antonio Blanco como pivote más posicional es un buen elemento para permitirle a Casemiro vivir más tiempo y en mejores condiciones cerca de la portería rival (con el canterano ejerciendo como ancla, algo que hasta ahora evidentemente no ocurría, teniendo en cuenta además que es mejor distribuidor en lo técnico que el mediocentro brasileño para intervenir en las circulaciones).

Antonio Blanco es un buen recuperador en la transición defensiva. El cordobés es un futbolista con una buena autosuficiencia física para resistir y soportar (al menos de momento) el ritmo y las fricciones del máximo nivel, y ese punto de agresividad en los duelos le hace ser un futbolista ducho en la destrucción cuando el equipo pierde la bola. Capaz de salir de su posición para cerrarle el paso a un rival cerca de la banda o incluso acudir al punto de penalti para despejar un centro (por alto/por bajo), ese itinerario tan largo y continuo durante los partidos no le lleva a perder eficacia en sus tackles o despejes. Hasta ahora, en el poco tiempo que lleva en Primera División, Antonio Blanco está tomando buenas decisiones. Arriesga cuando toca, conserva donde debe e influye en muchísimos metros para el equipo en una y otra dirección, más abierto y más cerrado, con y sin balón, para actuar de Kroos, Modric o Casemiro, o incluso de los tres a la vez, en un momento en el que el Real Madrid, dadas las circunstancias, necesita que los habituales descansen sin perder su influencia sobre el césped. Antonio Blanco ha llegado de la mejor manera en la que puede llegar un joven al primer equipo: tirando la puerta, diferenciándose y resolviendo los interrogantes.

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FICHA DEL JUGADOR
Nombre: Antonio Blanco
Edad: 20 años
Equipo: Real Madrid (Castilla)
País de nacimiento: España
Posición: Centrocampista

Cada lunes, el análisis de un joven talento en edad sub-23.

– 26 de abril: Dusan Vlahovic
– 19 de abril: Lukas Nmecha
– 12 de abril: Rafael Leao
– 5 de abril: Alexandru Matan
– 29 de marzo: Teun Koopmeiners
– 22 de marzo: Bryan Gil
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– 1 de marzo: Jamal Musiala
– 22 de febrero: Matthew Hoppe
– 15 de febrero: Sergio Arribas
– 8 de febrero: Ozan Kabak
– 1 de febrero: Nicolò Rovella
– 25 de enero: Emile Smith Rowe
– 18 de enero: Ryan Gravenberch
– 11 de enero: Gianluca Frabotta
– 4 de enero: Curtis Jones
– 28 de diciembre: Wesley Fofana
– 21 de diciembre: Florian Wirtz
– 14 de diciembre: Illan Meslier
– 7 de diciembre: Jérémy Doku
– 30 de noviembre: Eberechi Eze
– 23 de noviembre: Darwin Núñez
– 16 de noviembre: Cristian Romero
– 9 de noviembre: Gianluca Scamacca
– 2 de noviembre: Rayan Aït-Nouri
– 26 de octubre: Giovanni Reyna
– 19 de octubre: Antony
– 12 de octubre: Matheus Cunha
– 5 de octubre: Tariq Lamptey
– 28 de septiembre: Dominik Szoboszlai
– 21 de septiembre: Marash Kumbulla
– 14 de septiembre: Adil Aouchiche

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