Cinco claves de la Ligue 1 2020-21 del LOSC Lille


El equipo menos goleado del fútbol europeo

El LOSC Lille ha vuelto a conquistar la liga francesa 10 años después. El cuadro de Christophe Galtier debió esperar hasta la última jornada para levantar este título, y lo hizo derrotando al Angers en su estadio (1-2) en un encuentro que, salvando el gol encajado en la recta final, es otro muy buen ejemplo de la seguridad defensiva del equipo durante toda la temporada 2020-21: el LOSC Lille ha acabado esta Ligue 1 siendo el equipo menos goleado de todo el campeonato, con 23 tantos encajados en 38 jornadas (cinco menos que el PSG), y en esta campaña, solo en la Liga francesa, ha conseguido dejar su portería a cero en 21 ocasiones. Pero eso no es todo; hay más datos que ilustran la firmeza con la que el LOSC Lille se ha protegido en la liga regular: solo un equipo ha recibido de media menos disparos por encuentro que este Lille (8,8 remates por partido), el AS Mónaco de Niko Kovac (8,6). El PSG, por comparar con todos los números, ha recibido una media de 10 disparos por partido; el Olympique de Lyon se ha ido hasta los 11,6; el Olympique de Marsella ha llegado hasta los 11,7 y el Montpellier, que es el que más ha sufrido en este sentido, se ha quedado en 14,7. De hecho, hasta el gol encajado ante el Angers, el LOSC Lille llevaba cerca de un mes de competición sin recibir un tanto; hasta esta última jornada, venía de tres encuentros seguidos dejando la portería a cero (que se tradujeron en dos victorias y un empate). Mike Maignan, su portero, ha promediado poco más de dos intervenciones por duelo; pero más importante que la cantidad de intervenciones ha sido la calidad de estas. Se trata de un guardameta que, pese a su edad (25 años), ya tiene una buena técnica de parada, y su gran campaña le ha servido para ganarse un billete a la próxima Eurocopa con Francia.

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La dinamita ofensiva de Burak Yilmaz y Jonathan David

Burak Yilmaz (16 goles) y Jonathan David (13) han firmado casi la mitad de los goles del LOSC Lille en esta Ligue 1. Turco y canadiense han formado juntos una de las mejores parejas de la temporada en Francia, y en todo el fútbol europeo, y prueba de ello es la enorme participación de ambos en este título de Liga. Yilmaz y David se han entendido bien desde el primer día, siendo dos puntas que Christophe Galtier, pizarra en mano, ha conseguido hacer muy complementarios. Si Burak Yilmaz, por talento y jerarquía, ha sido muy protagonista esta temporada por sus recepciones dentro del carril central por delante de la línea del balón, Jonathan David ha tenido un rol más orientado a la profundidad del sistema, sin ser un atacante que destaca realmente por su velocidad punta al espacio, como ya analizamos más detenidamente hace unas pocas semanas. Este Lille, organizado en un sistema 4-4-2, ha necesitado que sus delanteros se mostrasen muy participativos en todos los escenarios, tanto en el apoyo como en la presión, al pie o al espacio, y su determinación en los últimos metros ha sido capital para darle continuidad y regularidad a un equipo que solo ha perdido tres partidos en esta Ligue 1. Yilmaz, a sus 35 años, fue el héroe de las victorias ante el Olympique de Lyon o el RC Lens, con dos dobletes en cada uno de estos encuentros, y su veteranía, muy arraigada a un carácter competitivo de puro ganador, ha sido clave en un equipo muy joven: la media de edad del XI titular del Lille es de 24,7 años.

Yilmaz, con 16 tantos, ha sido el máximo goleador del Lille en la Ligue 1. Foto: John Rainford/Focus Images Ltd
Yilmaz, con 16 tantos, ha sido el máximo goleador del Lille en la Ligue 1. Foto: John Rainford/Focus Images Ltd

El Lille ha competido desde la pizarra de Galtier

La pizarra de Christophe Galtier ha funcionado a la perfección. El equipo tenía el difícil reto de sustituir esta temporada a dos pesos pesados como Victor Osimhen y Gabriel Maghalaes, y el resultado ha sido todo un éxito. El LOSC Lille ha perfeccionado hasta el último día algunos de los patrones y automatismos que el equipo ha venido repitiendo cada semana, y las sinergias creadas, desarrolladas y pulidas por los propios jugadores han acabado de dar fondo y forma a un equipo que se ha caracterizado por un espíritu bastante vertical. El Lille ha querido el esférico esta temporada para hacer daño. Todas las posesiones del equipo tenían por objetivo dañar la estructura defensiva del rival, y en ese sentido, la estrategia del técnico marsellés ha dado sus frutos. Movimientos perfectamente ensamblados dentro de la pizarra como el apoyo del pivote derecho en su sector para liberar la progresión de Zeki Çelik (lateral derecho) en banda, los apoyos interiores de los dos extremos (Jonathan Bamba y Jonathan Ikoné, a pierna cambiada) o la diagonal dentro-fuera de Jonathan David, delantero en lado derecho, para cortar por delante de su extremo (Ikoné) y garantizarle al equipo esa amplitud en banda, han sido claves para el buen funcionamiento de un sistema que ha sabido adaptarse bien a las virtudes de sus futbolistas siendo, antes de nada, consecuente con sus limitaciones. Sin balón, este LOSC Lille se ha defendido desde el mismo 4-4-2 con el que ha atacado y la respuesta ofrecida también ha sido más proactiva que reactiva: el equipo, cada vez que ha presionado, ha tratado de condicionar las circulaciones del rival obligándolo a jugar hacia fuera, cerca de las bandas, donde los delanteros, primero, y los extremos, después, han conseguido condicionar las posesiones del equipo rival a fin de robar y reiniciar una serie de transiciones (defensa-ataque) que han disimulado bien algunas de las muchas carencias (técnicas) de la propia plantilla. No obstante, esa naturaleza tan vertical y directa también ha sido muchas veces causa, como ocurrió ante el OL, que no consecuencia, de una frágil transición tras pérdida.

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Galtier ha sabido gestionar bien a toda la plantilla

Este título de Ligue 1 es el broche de oro a un proyecto que empezó hace cuatro años con Gerard Lopez y Luis Campos. El propio Christophe Galtier salvó al equipo de caer a la Ligue 2 en 2018 y en 2021, apenas tres campañas después, lo ha hecho campeón del fútbol francés. Aún está por ver ocurrirá este verano, pues Galtier no será el único que cambiará seguramente de aires, y el Lille tiene varios activos que podrían dar el salto dentro del fútbol europeo: Mike Maignan (25 años), Boubakary Soumaré (22), Sven Botman (21), Jonathan David (21) o Jonathan Ikoné (23) son algunos de los jugadores que podrían marcharse en los próximos meses, y esto solo es el reflejo de lo bien que ha trabajado el club en los últimos meses. De hecho, para el Lille ha sido clave haber llegado al tramo final de la temporada con toda la plantilla enchufada a disposición de Christophe Galtier. El equipo afrontó el partido más importante de sus últimos 10 años sin José Fonte, su capitán general, sancionado, ni los extremos habituales, Jonathan Ikoné y Jonathan Bamba, en este caso por decisión técnica, y el equipo rindió igual de bien con Tiago Djaló en el centro de la defensa (al lado de Sven Botman) y Yusuf Yacizi y Renato Sanches en los costados. Pocos equipos del TOP-5 europeo pueden presumir de haber llegado tan enteros (por recursos y alternativas) al tramo decisivo del curso, y eso, sin duda, ha sido fundamental en un equipo que, desde el pasado 17 de marzo, tras caer en octavos de la Copa de Francia ante el PSG (y antes, en dieciseisavos de la Europa League ante el Ajax), ha competido durante semanas con un partido cada seis/siete días. Y esa frescura ha sido física, pero también mental. Clave.

El Lille ha vuelto a levantar la Ligue 1 10 años después. Foto: Ian Wadkins/Focus Images Ltd
El LOSC Lille ha vuelto a conquistar la liga francesa 10 años después. Foto: Ian Wadkins/Focus Images Ltd

El Lille ha sido, por encima de todo, un gran equipo

El Lille 2020-21 ha sido un equipazo en todos los sentidos. El cuadro de Christophe Galtier ha levantado su cuarta Ligue 1 sin perder ni un solo partido (en liga) ante PSG, AS Mónaco y Olympique de Lyon, sus tres rivales más directos en la clasificación, y eso habla muy bien de la gran temporada que ha realizado. Ganarle una Liga a este PSG no es ni será nunca algo sencillo, y el Lille lo ha hecho siendo un equipo perfectamente preparado para competir ante cualquier rival y en cualquier escenario. El LOSC Lille no ha sido el equipo que más veces ha rematado, ni el que más ha regateado ni el que más posesión ha tenido, sino que en todas estas estadísticas aparece en una posición ciertamente discreta (siendo tercero o cuarto) teniendo en cuenta el éxito final. Este Lille tampoco ha tenido en sus filas a los máximos artilleros del campeonato, pues el máximo goleador del equipo ha sido Burak Yilmaz (16 tantos), y este ha empatado al final con otros futbolistas como Gaetan Laborde (Montpellier), Kevin Volland (Mónaco) y Ludovic Ajorque (Estrasburgo). Sí ha sido, como ya hemos destacado, el equipo que menos tantos ha encajado dentro del TOP-5 europeo, y a su vez ha destacado por ser un equipo capaz de proponer, cambiar y adaptar todo tipo de recursos, con y sin balón, para mantener constante una velocidad que, a pesar del gran número de empates cosechados (11), le ha permitido mantener un ritmo de puntuación muy positivo. El Lille ha sido el equipo más regular de la Ligue 1, como prueba este titulo, y eso solo puede explicarse (y entenderse) desde un sentido colectivo que le ha permitido ser mucho mejor de lo que (individualmente) es. Ahí está el gran éxito de Christophe Galtier.

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Foto de portada: Paul Chesterton/Focus Images Ltd.