De Bruyne y Foden evitan la desazón


Manchester City y Borussia Dortmund se citaban en el Etihad Stadium en la ida de los cuartos de final de la Champions, con la sensación de que los skyblue partían como favoritos por su impactante racha de 26 victorias en los últimos 27 partidos, pero sin descuidar el peligro que tiene este Dortmund, que a pesar de su terrible marcha en Bundesliga -viene de perder un duelo ante el Eintracht que le ha dejado a 7 puntos de la Champions- cuenta con una colección de talento ofensivo envidiable. Cierto es que en esta primera manga faltaba Jadon Sancho, pero Terzić seguía disponiendo de los Haaland, Reus o Gio Reyna. Los dos primeros fueron titulares y tejieron el gol que durante 6 minutos le dio ventaja en la eliminatoria al BVB, pero Phil Foden, que ya había participado en la creación del primer gol de su equipo, marcó el segundo casi sobre la hora, permitiendo al City tener la iniciativa en la eliminatoria y estar más cerca de pasar por primera vez en la era Pep a las semifinales de la Champions. 

Manchester City 2 (De Bruyne 18′, Foden 89′)
Borussia Dortmund 1 (Reus 83′)

Dortmund vs Manchester City - Football tactics and formations

El partido comenzó con un Manchester City paciente con la pelota y un Dortmund disciplinado e intenso en la fase defensiva, consistente en un bloque medio-bajo con el equipo dispuesto en un 4-3-3 que por momentos podía ser 4-5-1, con Emre Can de mediocentro, Mahmoud Dahoud como interior derecho y Jude Bellingham comandando la presión desde el interior zurdo. La altura de los extremos estaba marcada por Reus y Ansgar Knauff, el atacante de solamente 18 años del filial, el elegido por Edin Terzić para reemplazar nada más y nada menos que al lesionado Jadon Sancho. Knauff, ya presente en el último partido de Bundesliga, estuvo activado para presionar y trabajar en defensa e insistió para encarar y generar acciones de peligro por su lado, aunque no tuvo un gran impacto en el duelo. El City, por su parte, se disponía en una salida que cada vez conocemos mejor: 3-2-5, con Cancelo abandonando el lateral izquierdo en fase ofensiva para convertirse en mediocentro al lado de Rodri, con Walker siendo el tercer apoyo en salida y con una línea de cinco atacantes en que Gündogan y De Bruyne eran los enganches, Foden y Mahrez ofrecían la amplitud y Bernardo Silva se movía “libremente” por el ataque. Nominalmente partía de falso 9, pero luego podía aparecer varios metros por detrás y como figura intermedia entre el centro del ataque y Riyad Mahrez, que estaba abierto en la derecha. 

En el BVB era destacable la buena salida que estaba ofreciendo Manuel Akanji, que metió buenos pases rompiendo líneas y protagonizó alguna conducción repleta de exuberancia, permitiendo que su equipo se plantase en terreno rival en momentos en que no estaba consiguiéndolo. El Dortmund, al fin y al cabo, prefería robar y salir en pocos pases, sabiendo que el monstruo que tiene arriba se basta y se sobra él solo. Una jugada iniciada con un pase del central helvético se tradujo en la primera ocasión del cuadro borusser, toda vez que Dahoud conectó con Reus, este combinó con Haaland y el noruego dejó la pelota para Bellingham, que disparó de zurda tras encarar a Kyle Walker y forzó la intervención de Éderson. Mientras, a los de Guardiola les costaba acelerar sus posesiones, aunque si por algo se caracteriza este City es por su calma y su capacidad para no ponerse nervioso con el 0-0 ante rivales replegados. 

Riyad Mahrez, que firmó un gran encuentro, tuvo que soportar los pitos de su antigua afición. Foto: Martyn Haworth/Focus Images Ltd.
Riyad Mahrez firmó la asistencia del primer gol. Foto: Martyn Haworth/Focus Images Ltd.

Los errores siempre pueden llegar y eso es lo que ocurrió poco antes de llegar al minuto 20. Emre Can, cuyo partido no fue demasiado afortunado, regaló directamente un balón a pies de Mahrez, desenrollando la alfombra roja: el argelino se asoció con Kevin de Bruyne, que se marchó de Dahoud y abrió para la llegada de Foden por la izquierda, quien a su vez se encargó de ponerla al segundo palo para que Mahrez le dejara el gol en bandeja al belga. De Bruyne marcaba el 1-0 y un partido con mucha trampa empezaba a desatascarse para los de Pep. Pero un error de Rodri en salida, tras una buena faena de Bellingham molestándole, pudo haber acercado al empate al BVB, con Raphaël Guerreiro filtrando hacia la entrada de Reus, que chocó de forma contundente con Éderson. A la media hora, parecía que el City podía empezar a dejar la eliminatoria vista para sentencia con el penalti que Ovidiu Hategan le señaló a Emre Can, una pena máxima absolutamente inexistente sobre Rodri y que, por suerte, fue revisada por el propio colegiado en la pantalla para acabar anulándola. 

Bastante menos acierto tuvo Hategan en la acción más polémica del partido: tras un balón largo de Guerreiro al que nadie del BVB iba a llegar, Éderson cometió un error de bulto saliendo del área al controlar la pelota, la cual levantó demasiado y permitió que Bellingham se la robara (limpiamente, sin tocar al portero en la disputa) para marcar a puerta vacía. Pero Hategan, al contrario de lo que suele fomentar el protocolo VAR, pitó directamente la falta sin dejar que la acción siguiera y pudiera ser revisada. Error de bulto por parte del colegiado rumano, que dejó sin premio al BVB tras una primera parte bien competida, a pesar del error de Emre Can que dio lugar al 1-0. 

Pep Guardiola Manager of Manchester City reacts during the UEFA Champions League match at Karaiskakis Stadium, Piraeus Picture by Yannis Halas/Focus Images Ltd +353 8725 82019 25/11/2020
Pep Guardiola quiere superar la barrera de los cuartos de final de la Champions con el City. Foto: Focus Images Ltd.

Iba a realizar pequeños matices tácticos Pep Guardiola al descanso, que ubicaría al City en un 4-4-2 con Cancelo de lateral izquierdo. Lo demás se mantenía en su punto natural, permitiendo que en la presión se juntasen arriba De Bruyne y Bernardo Silva. Dicho esto, la primera ocasión del segundo tiempo fue del Dortmund, en una acción técnica sublime de Dahoud, girando 180º con el balón controlado y metiendo una filtrada perfecta para Erling Haaland, que se coló entre Stones y Rúben Dias (al cual mandó al suelo de una mínima carga en carrera) y definió algo trastabillado ante Éderson, quien estuvo bien achicando el espacio. En ese momento del partido, ya al comenzar la segunda parte, el BVB se iba a comportar de forma académica con la bola: no la iba a tener durante mucho tiempo, pero en cuanto dispusiera de ella, quería tocarla entre centrales y portero durante el tiempo que hiciese falta para que saltasen a presionar los delanteros del City y, a partir de ahí, dar la estocada aprovechando que el rival separaba sus líneas. 

Pero la segunda parte iba a ser coto privado de Kevin de Bruyne. Con un BVB que paulatinamente iba tomando más riesgos y permitiendo correr más al Manchester City -en el que el único cambio iba a ser la entrada de Gabriel Jesus por Bernardo-, el belga comenzó a brillar de verdad, dirigiendo las transiciones de los citizens, rompiendo líneas con sus pases y buscando él mismo la portería con sus mortíferos disparos de media distancia. Pasada la hora de juego, Rodri buscaba la carrera de KdB a la espalda de Hummels, y este tiró el desmarque para llegar hasta la línea de fondo, donde se frenó y esperó a la llegada de Phil Foden, que pisó una posición franca para hacer el segundo, pero no abrió lo suficiente el tobillo y le salió un remate al muñeco. El City estaba dejando vivo al Borussia Dortmund, en una segunda parte en que Foden hizo estragos: no en vano, rompió de forma impactante a Mateu Morey en un par de ocasiones y finalizó algunas acciones de gran peligro del City. 

Marco Reus of Borussia Dortmund during the UEFA Champions League match at Stade Louis II, Monaco Picture by EXPA Pictures/Focus Images Ltd 07814482222 19/04/2017 *** UK & IRELAND ONLY *** EXPA-EIB-170420-0024.jpg
Marco Reus marcaría el gol del empate para el BVB. Foto: Focus Images Ltd.

Morey iba a terminar sustituido por Meunier, de manera que Terzić introducía a un lateral con un físico más imponente, a la vez que daba entrada a Delaney por Dahoud, un perfil más trabajador de cara a los últimos minutos y con la intención de dar descanso al ex del Gladbach, que tuvo que hacer un esfuerzo físico importante. También lo hizo Erling Haaland, que durante todo el partido tuvo la ingrata función de pelear con los centrales y esperar su oportunidad para entrar en juego, porque al Dortmund le costaba ponerle en condiciones favorables para recibir en buenas posiciones. Pero a 7 minutos del final, el BVB iba a encontrar un resquicio en el sistema citizen, con Bellingham superando a Rodri en el uno para uno, habilitando a Haaland y ofreciendo este un balón espectacular de primeras para el desmarque de Marco Reus entre Walker y Stones, que le permitió quedarse solo ante Éderson para marcar el 1-1. 

El tanto era un golpe muy duro para el City, que corría el riesgo de que se le empezaran a aparecer los fantasmas del pasado, en una ronda de Champions que representa el techo de cristal de este club desde que llegó Pep Guardiola. En las tres temporadas anteriores, Liverpool, Tottenham y Lyon apearon a los citizens en eliminatorias en que los detalles y la suerte le fueron esquivos al City, pero el final (al menos de momento) no iba a ser igual ante el Dortmund. Con el 1-1, el BVB se iba a echar atrás y se centraría en defender el resultado, con el bloque muy hundido en campo propio y permitiendo que el City monopolizase la posesión. Los skyblue lo probaban con la circulación, pero también con los centros. E incluso el Dortmund le facilitó algo la vida, cometiendo alguna falta absolutamente innecesaria cerca del área propia. 

Phil Foden of Manchester City celebrates after scoring his team's 6th goal to make it 6-0 during the UEFA Champions League match at the Etihad Stadium, Manchester Picture by Russell Hart/Focus Images Ltd 07791 688 420 12/03/2019
Phil Foden firmó un gran encuentro y marcó el tanto de la victoria en el minuto 89. Foto: Focus Images Ltd.

Y entonces, cuando el partido ya moría, Kevin de Bruyne tuvo el espacio suficiente ante Thomas Delaney para retarle, levantar la vista y poner un centro brutal hacia el lado débil, donde Gündogan apareció a la espalda de Meunier -salió para defender y calculó mal en el único envío peligroso que debía despejar- y Foden se separó un metrito de él para recibir y cruzarla con la zurda. De esta forma, el City conseguía el 2-1 y obtenía un buen resultado de cara a la vuelta, que se jugará el próximo miércoles en el Westfalenstadion. Eso sí, el BVB marcó y tiene pólvora para aburrir, así que los de Guardiola deben visitar el Signal Iduna Park con las orejas tiesas. El equipo de Terzić, tan errático en liga, no le planteó un partido sencillo al City y estuvo a pocos minutos de sacar un preciadísimo botín de Manchester. Todavía no hay nada escrito. 

Apoya los contenidos en MarcadorInt y conviértete en un mecenas del proyecto a través de Patreon. Puedes apuntarte aquí.

Foto: Focus Images Ltd