El City de Guardiola rompe su techo de cristal


Tras chocarse con la barrera de los cuartos de final durante los últimos tres años, el Manchester City por fin pisa las semifinales de la Champions con Pep Guardiola en el banco. Los detalles no acompañaron en las temporadas anteriores, especialmente en las últimas dos, pero ante el Borussia Dortmund todo se ha terminado poniendo de cara para un City que se medirá en semifinales al PSG, otro club que tiene el dinero por castigo y que está igual o más ansioso de conseguir la orejona. El Dortmund, que campeonó hace casi un cuarto de siglo, plantó cara hasta que el absurdo penalti de Emre Can cambió por completo el partido. Desde ese momento hasta el final del encuentro, dominio absoluto de la situación, desembocando en una victoria que será muy recordada por la parroquia citizen, tanto por romper el gafe con los cuartos de la Champions como por el hecho de que el gol definitivo lo marcase un canterano como Phil Foden. 

Borussia Dortmund 1 (Bellingham 15′)
Manchester City 2 (Mahrez p. 55′, Foden 74′)

Man. City vs BVB - Football tactics and formations

El duelo arrancó con unas alineaciones que se parecieron mucho a las de la semana pasada, clavando su 11 el BVB y cambiando el City solamente a Zinchenko por João Cancelo, que venía de una actuación algo desafortunada en la derrota ante el Leeds del último fin de semana. Dicho esto, el City tuvo algún matiz posicional, con Bernardo Silva arrancando de falso 9 pero terminando por jugar más de interior derecho, con Kevin de Bruyne como hombre más adelantado. Se mantenía la idea de no dar referencias a la defensa rival, pero Guardiola bajaba un escalón a Bernardo Silva con tal de tener algo más cerca de la zona de creación a un hombre que es capaz de esconder la pelota y de llevarla pegada al pie, por no hablar del trabajo táctico que hace en cuanto a compensar los movimientos de quienes le rodean. Como en la ida, el City comenzó llevando el peso del partido, aglutinando mucha más pelota que un BVB ordenado en un 4-3-3 en bloque bajo y muy solidario, con la idea clara de presionar arriba en contadas ocasiones -con Bellingham comandando esa presión, igual que en Manchester- y hacerlo sólo en determinados reinicios del City. Los de Guardiola arrancaron también con un 4-3-3, pero con pocos minutos en el cronómetro ya cambiaba el escenario, porque Zinchenko tenía permiso para elevar su posición con tal de ofrecer la amplitud por izquierda, ante lo cual Foden pasaba al carril central. Si Zinchenko se mantenía de lateral, entonces era el ’47’ quien jugaba abierto en la parte zurda. Con el BVB hundido, el City aprovechaba para presionar alto y de esta forma los de Terzić tenían excusa para buscar en largo a Haaland, que tuvo una noche muy gris pero que participó de forma trascendente en el primer gol del Dortmund: Emre Can buscó el pase largo y el noruego lanzó el desmarque a espalda de Stones, que estaba mal perfilado e incluso dio sensación de perder la referencia del balón. El ex Salzburg entregó de cara para un primer disparo de Dahoud y la pelota acabó cayendo para Bellingham, que marcó un golazo. El inglés controló el balón y lo ubicó cerca de la escuadra izquierda con un gran disparo. 

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Si los de Guardiola están ganando tantos partidos es por el manejo mental y la paciencia que demuestran cuando el partido está igualado, pero esta vez les tocaba remar a contracorriente, una situación infrecuente para un City que la grandísima mayoría de los 27 duelos que ha ganado en los últimos 29 se los llevó tras adelantarse en el marcador. El equipo skyblue atacaba más por la izquierda que por la derecha, y en ese costado se intentaba hacer fuerte el BVB, con Bellingham, Mateu Morey y Knauff, que después se cambió de lado con Marco Reus. Especialmente el balear trató de estar muy concentrado, porque venía de un partido de ida en que Phil Foden le hizo un par de regates brutales, por lo que anoche Morey trató de apretar a Foden en sus recepciones, con tal de evitar por todos los medios que se girase. Pero las buenas intenciones de Morey quedaron empañadas a los 25 minutos, cuando el BVB recuperó la pelota cerca de la propia meta tras detener una circulación del City: el ex del FC Barcelona cometió el craso error de conducir desde la banda hacia dentro, y ahí perdió la pelota ante Kevin de Bruyne, que reventó el balón contra la cruceta. En un saque de puerta posterior, en que el Dortmund perdió la pelota en su costado izquierdo tras una mala devolución de Reus a Guerreiro, el propio Morey tuvo que salvar bajo palos el pase de la muerte de Kevin de Bruyne hacia Foden, preparado ya para empujarla ante la portería. No sería la última ocasión que el City generaría antes del descanso, pues Mahrez levantó la vista y metió un envío cruzado para la entrada por la izquierda de Foden, que salvó un balón que parecía irse ya por la línea de fondo ante Akanji y lo elevó para que el propio Mahrez irrumpiera desde atrás y buscara el disparo raso, en el cual superó a Hitz pero no a Bellingham, que estaba bajo palos para evitar el tanto. Un triple cabezazo a la salida de un córner, siendo el último de ellos de Zinchenko, supondría la ocasión final de los skyblue en la primera parte, quienes serían capaces de forzar la amarilla de Bellingham, importante por el lastre que suponía para un jugador tan relevante en la presión del equipo borusser. 

Jude Bellingham of England in action during the UEFA Euro U21 2020 Qualifiers match at Molineux, Wolverhampton Picture by Paul Chesterton/Focus Images Ltd +44 7904 640267 13/10/2020
Jude Bellingham fue el mejor del Dortmund en la eliminatoria. Foto: Focus Images Ltd

Es cierto que el City se apuntó hasta cuatro llegadas en el cuarto de hora final de la primera parte, pero sólo una de ellas vino a base de circular el balón, fase en la que al equipo de Guardiola le costaba hacer la diferencia ante un Dortmund disciplinado, que tapaba bien el carril central, que estaba a una altura considerablemente baja y que cerró a conciencia los costados, con los extremos haciendo casi de segundos laterales. El problema para los de Terzić era que les costaba horrores amenazar al City con el equipo partiendo de tan atrás, lo que propició una de las noches más grises de Haaland, porque ni pudo correr con espacios ni pudo dar respuesta a los balonazos que le buscaban como si fuera un islote. Dicho esto, los de Terzić estaban cómodos en el comienzo de la segunda parte, pero poco después de un córner para el City, un centro de Foden fue cortado con el brazo por Emre Can, en una acción absurda que supuso regalar un penalti al equipo de Guardiola. El germano-turco, que con un error en salida de balón ya facilitó un gol del City en la ida, se echó las manos a la cara mientras Riyad Mahrez tomaba la responsabilidad de lanzar un penalti importantísimo. Y el argelino lo tiró de forma canónica, bien arriba y a su derecha, haciendo inútil la estirada de un Marwin Hitz que adivinó el lado. 

A partir del 1-1, el City le dio la vuelta al partido como si fuera un calcetín, porque el Dortmund necesitaba un gol para forzar la prórroga y dos para pasar, lo que obligaba a los de Terzić a dar un paso adelante, lo que a su vez permitía que aparecieran espacios cada vez más grandes para que el City marease al equipo alemán con sus rondos y que tanto Foden y De Bruyne pudieran generar transiciones mortíferas. Cerca del minuto 70, Terzić introdujo en el campo a Gio Reyna en el sitio de Knauff, dedicado de forma casi exclusiva a defender, aunque el partido ya estaba difícil para que alguien en el BVB pudiera hacer la diferencia. Los de Guardiola ya hacían lo que querían con la posesión y provocaban muchos esfuerzos en vano del BVB en sus intentos de robar la pelota. De Bruyne pudo sentenciar el partido en un auténtico jugadón, aprovechando que Bellingham saltó algo tarde a presionar el pase de Gündogan: el belga recibió pegado a la banda izquierda y primero rompió a Emre Can con un brutal cambio de ritmo para después dejar sentado a Hummels, terminando la acción con un disparo raso que Hitz mandó a córner. En ese saque de esquina, servido en corto, Foden pudo recibir en el pico derecho del área y sacó un disparo potente y colocado abajo que fue imposible para Hitz.

Phil Foden of Manchester City celebrates after scoring his team's 6th goal to make it 6-0 during the UEFA Champions League match at the Etihad Stadium, Manchester Picture by Russell Hart/Focus Images Ltd 07791 688 420 12/03/2019
El gol definitivo de Foden será recordado por su importancia y su simbolismo. Foto: Focus Images Ltd

La diana sentenciaba la eliminatoria y provocaba el jolgorio en el banco citizen, a donde Foden se fue para celebrarlo directamente con Guardiola. Una imagen vale más que mil palabras, y si alguien ha contribuido a moldear a Foden y propiciar que triunfe en el City, ese es Pep Guardiola, que abrazó a su protegido y le agarró de la cara en un gesto de felicidad y de rabia contenida. Al técnico de Santpedor se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja, sabedor de que la victoria era capital, tanto a nivel individual como a nivel de club. Una vez que ha roto esa barrera psicológica, cabría esperar lo mejor del City de cara a su cruce ante el PSG, el último paso antes de jugar la primera final de Champions de su historia, aunque visto lo visto la noche del martes, da miedo pensar en lo que pueden llegar a montar Neymar y Mbappé en una noche de inspiración, acompañados además por futbolistas como Ángel di María o Keylor Navas, que tienen una grandeza sin igual en esta competición. Pinta a eliminatoria antológica.

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Foto de portada: Focus Images Ltd.