El rey de la Europa League le muestra el camino al Villarreal


¡Por fin llegó el primer título de la historia del Villarreal! De la mano de Unai Emery y con la colaboración inestimable de Gerónimo Rulli, Raúl Albiol, Gerard Moreno o Juan Foyth, los grandes héroes que deja la final de Gdańsk, el submarino amarillo hizo hincar la rodilla al Manchester United y se proclamó campeón de la UEFA Europa League, un éxito sin precedentes que tiene regalo adicional: disputar la próxima edición de la Champions desde la fase de grupos, a la que el Villarreal volverá tras una década. Nos hemos acostumbrado a ver tanto al Villarreal en la zona noble de la Liga y disputando competiciones europeas que a veces se olvida el tamaño del lugar del que procede el club: desde anoche, una pequeña localidad de 50.000 habitantes es campeona de la Europa League. El triunfo fue extremadamente meritorio, pues el rival era uno de los equipos más grandes de Europa, el contexto de partido obligó al Villarreal a sufrir y no estar nada cómodo durante mucho tiempo y, encima, la decisión llegó en una tanda de penaltis de un nivel estratosférico, con los primeros 21 lanzamientos traduciéndose en goles, la mayoría de ellos tras tiros imparables. La parada de Gero Rulli a De Gea en el 22º lanzamiento terminó con el sufrimiento y dio paso a las lágrimas y a los gritos de júbilo del equipo, de los 2.100 aficionados groguets presentes en Gdańsk y de toda la gente de Villarreal. 

Villarreal 1 (Gerard Moreno 29′)
Manchester United 1 (Cavani 54′)

Man Utd vs Villarreal - Football tactics and formations

La final arrancó con un Manchester United que trató de intimidar desde la presión alta y el despliegue físico, con Wan-Bissaka y Shaw tirando muy arriba para encimar a Manu Trigueros y Yeremy Pino. El primer cuarto de hora, sin que llegase a deparar ninguna ocasión demasiado clara del United, era propiedad de los de Solskjær, que no permitieron salir a un Villarreal replegado en 4-4-2 y que debía recorrer demasiados metros para alcanzar el campo rival. Por ello, los de Unai comenzaron a explorar la vía del balón largo, viendo que los riesgos que se tomaban en salida a través de la vía Pau Torres no estaban siendo productivos: en cada pase vertical del canterano villarrealense que trataba de conectar con Parejo, el United recuperaba en campo rival. El Villarreal, totalmente consciente de que debía tirar de heroísmo para llevarse el primer gran título de su historia, se encontró con un contratiempo muy importante ya al principio: el durísimo choque (fortuito) de Juan Foyth con la rodilla de Pogba, con la que se dio un golpetazo en la cabeza. La colisión hizo que el argentino comenzase a sangrar a borbotones por la nariz, dando la sensación por un momento de que incluso se podría haber roto el tabique, pero pudo seguir, no sin dificultades. Eso sí, tuvo que irse dos veces del campo para que le atendieran y esos minutos sin él se hacían largos, porque el Villarreal debía defender con 10 (y con un gran esfuerzo defensivo de Gerard Moreno y Yeremi Pino) las acometidas por la izquierda del United, que trataba de cargar ese lado con Shaw y Rashford. 

El Villarreal tenía problemas para desplegarse, mermado por la ausencia de jugadores rápidos al espacio como Samu Chukwueze, pero al menos estaba seguro atrás. Tapó muy bien los pasillos interiores, impidiendo que el United pudiese circular por dentro y, sobre todo, encontrar a Bruno Fernandes, que durante buena parte del primer tiempo admitió no poder recibir la pelota con frecuencia a cambio de esperarla en posiciones más avanzadas. Pero el United no tenía forma de hacérsela llegar. Los cambios de orientación, con Pogba girando el juego, y los centros eran la vía que exploraba el United para inquietar al Villarreal, en el que Albiol estuvo imperial defendiendo el área. No parecía tener fisuras el United, porque el Villarreal prácticamente no podía correr gracias a la buena colocación de los red devils, y cuando lo hacía era en inferioridad, pero Cavani cometió una falta innecesaria alrededor de la media hora y Parejo la puso con maestría al segundo palo para que Gerard Moreno se anticipase a Lindelof -quien estaba atento a pelota y referenciando a su vez a Gerard, poco se le puede achacar- y rematase sutilmente con la punta de la bota derecha para marcar el 1-0. El de Santa Perpètua de Mogoda cumplió con su palabra y, además de vacunar al United, hizo la celebración de vacunarse que le prometió a David Broncano. 

Gerard Moreno shot at goal for Villarreal CF is saved by Bernd Leno of Arsenal during the UEFA Europa League match at Estadio de la Ceramica, Villarreal Picture by Focus Images/Focus Images Ltd 07813 022858 29/04/2021
Gerard Moreno abrió el marcador de la final a centro de Dani Parejo. Foto: Focus Images Ltd

El gol del Villarreal modificó el escenario, de tal forma que ya se empezó a ver un ataque distinto del Manchester United, con Bruno Fernandes retrasando su posición para hacer que la cosa carburase, y es que los de Solskjær necesitan como el comer que el portugués la pida a todo campo para que su juego tenga sentido. McTominay, que en el centro del campo gobernó con autoridad, también empezaba a asomarse con sus llegadas pisando área por el sector derecho, en el que el United inquietó de verdad antes del descanso en una aceleración de Mason Greenwood, que tras cambiar de ritmo le sacó varios metros de ventaja a Alfonso Pedraza y la puso atrás, en un centro que despejaría, como tantísimos otros, Raúl Albiol. También por la izquierda intentó generar algún problema el Manchester United, aprovechando que en ciertas ocasiones Foyth salía demasiado lejos a seguir a Luke Shaw, situación que permitía al United encontrar espacios a la espalda del argentino. A pesar de esto, Foyth completó una final de órdago. Sin ser un lateral capaz de llegar al ataque, Foyth aportó muchísima competitividad y mucha garra, teniendo una papeleta tan difícil como la de defender a Marcus Rashford. No estaba siendo un partido nada cómodo para el Villarreal, pero llegaba al descanso con el 1-0 a su favor. 

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La segunda parte fue una auténtica prueba de fuego para los hombres de Unai Emery, porque más allá de que la primera ocasión tras la reanudación fuese suya (una acción embarullada en la que casi remata Bacca en la frontal del área pequeña), el Manchester United creció en el partido desde el empuje. Tal y como se había empezado a ver en los compases finales de la primera parte, la figura de Bruno Fernandes comenzó a agigantarse, con el luso pidiéndola en todos lados y aclarando las posesiones del United con su privilegiada visión de juego. El primer susto para el Villarreal en la segunda parte vino en forma de revisión de VAR por una patada de Alfonso Pedraza a Greenwood dentro del área en una disputa, la cual no se acabó castigando con la pena máxima. No se ahorraría el árbitro la amarilla para Capoue, que ya venía algo desentonado y fue amonestado por una falta sobre Cavani nada más arrancar la segunda parte, con el riesgo que ello implica para un mediocentro quedando por delante casi todo el segundo tiempo. Tras nueve minutos de segunda parte, el Manchester United encontraría el empate: en un córner despejado nuevamente por Albiol, la pelota caía en la frontal, situación que como buen futbolista inglés aprovecharía Rashford para engancharla de volea y generar desconcierto, de tal forma que la pelota quedó muerta para Cavani, quien pudo batir a un Rulli ya vencido por intentar detener el primer remate. El United empataba y comenzaba un tramo de partido en que se multiplicaban las dificultades para el Villarreal. 

Edinson Cavani, con un doblete, fue uno de los grandes nombres de la noche. Foto: Marcos Calvo Mesa/Focus Images
Edinson Cavani igualó el partido en la segunda parte. Foto: Focus Images Ltd

Emery supo que era momento de sufrir y metió a Coquelin por Bacca en la hora de partido, reforzando su centro del campo y dejando arriba a Yeremy Pino, con Gerard Moreno algo por detrás, en un papel de playmaker que ya conoce bien. El United continuaba buscando los centros al área, con un Albiol que no sólo despejó todo lo que sobrevolaba el área sino que también contagió, toda vez que los minutos iban pasando, a un Pau Torres que había comenzado el partido con dudas. El propio Pau, de hecho, desbarataría un peligroso remate de cabeza de Cavani en el interior. El uruguayo, siempre voraz en el área, hizo bueno un disparo desviadísimo de Shaw con la pierna mala tras irse de Capoue. Luego, Pau dejó otra de sus enormes salidas de balón con un envío medido en profundidad para Pedraza, que no tenía mucho que hacer en la carrera a pura velocidad con Wan-Bissaka pero acabó forzándole a mandar la pelota a córner, en una de tantas acciones que demostraron el espíritu competitivo y luchador del Villarreal, llevado a la máxima potencia en la noche de Gdańsk y diferenciándose de ese equipo con fama de frío en los momentos culminantes. 

En una noche de gran esfuerzo y desgaste, con el Manchester United apretando muchísimo en los últimos minutos de partido con Rashford por un costado, Cavani esperando impaciente en el área y Bruno Fernandes repartiendo juego a la par que el Villarreal se defendía como gato panza arriba, Emery iba a agotar los cambios mucho antes que su rival. A falta de 10 minutos, introdujo a Paco Alcácer por Yeremy Pino y a Moi Gómez por Manu Trigueros, al igual que reemplazó a sus laterales titulares (Foyth y Pedraza) por Mario Gaspar y Alberto Moreno cuando el tiempo reglamentario ya moría. Todo esto mientras el Manchester United seguía con los mismos 11 jugadores que iniciaron el partido, algo que podía interpretarse como una demostración de su superioridad física, aunque viendo cómo fue la prórroga, quedó claro el acierto de Emery dándole refresco a su equipo, puesto que compitió realmente bien en los 30 minutos suplementarios. Antes de consumarse la prórroga, Pau Torres contó con una buena oportunidad tras un balón parado, cayéndole la pelota para la zurda y rematando arriba. La última ocasión de los 90 minutos era para el Villarreal. 

Raul Albiol celebrates after giving Villarreal CF a 2-0 lead against Arsenal during the UEFA Europa League match at Estadio de la Ceramica, Villarreal Picture by Focus Images/Focus Images Ltd 07813 022858 29/04/2021
Raúl Albiol tuvo un despliegue heroico en la final con su impresionante defensa del área. Foto: Focus Images Ltd

Como decíamos, la prórroga fue el tramo de partido en que el Villarreal, además de competir bien y estar concentrado en defensa, tuvo más amenaza, aunque faltó algo más de colmillo en los últimos metros, tal y como se vio en el mal remate de Alberto Moreno tras una conducción de Moi Gómez, que pudo entrar con cierta comodidad en el área y soltó la pelota para el andaluz, que la pegó desviada. Tampoco ayudó el desacierto de Alcácer en sus primeros controles, lo cual fue una constante en sus contactos con la pelota y le restó posibilidades de aprovechar situaciones claras, como una ocasión que tuvo el Villarreal tras un error en salida del United, en que Gerard Moreno se activó rápidamente para conectar con el de Torrent en la frontal, que luego dispararía desviado. En la segunda parte del tiempo extra, otra pérdida en salida le ofreció la oportunidad al Villarreal de inquietar la meta de David de Gea, con Alcácer buscando el centro, Coquelin descolgándolo y Gerard Moreno rematando de volea, la cual acabó en una mano no punible de Fred dentro del área. Sin llegar a intimidar tanto en los últimos minutos, el Villarreal terminó el partido cerca del área red devil, en unos últimos minutos de la prórroga que terminaron desembocando en la tanda de penaltis. 

¡Y qué tanda de penaltis! Para que la hazaña del submarino amarillo aún fuera más emocionante, la final de Gdańsk nos deparó una definición increíble, una de las mejores y más taquicárdicas tandas de penaltis que se recuerdan. Gerard, Dani Raba, Alcácer, Alberto Moreno y Parejo anotaron los primeros cinco penaltis. El Villarreal lanzaba primero y cada gol cargaba de presión al Manchester United, que respondía con disparos igualmente quirúrgicos, aunque Rulli daba la sensación de estar más cerca de parar alguno que David de Gea. Llegaba la muerte súbita y quienes no habían levantado la mano para lanzar primero tuvieron que armarse de valor y tomar la responsabilidad. Moi Gómez fue el primero, y marcó. Fred lanzaba después y puso el 6-6. Albiol, tras una actuación antológica, lanzaba un penalti a la altura de su partido, engañando a De Gea y pegándola al palo izquierdo. Daniel James le replicaba y ponía el 7-7. En un momento de máxima tensión, Coquelin dio un paso al frente y clavó su penalti por toda la escuadra. 8-7. Llegaba el momento de Luke Shaw. Alguien debía fallar… ¡y Rulli la tocó! Pero acabó entrando. 8-8. El sufrimiento era ya inenarrable, incluso para el seguidor neutral. Mario Gaspar completaba el 9 de 9, mientras que quien lanzaba por el United era Tuanzebe, que tiró otro penalti inmaculado a pesar de que seguro que llevaba años sin lanzar una pena máxima en un partido oficial. Pau Torres, el niño de la casa y el orgullo de Vila-real, con una enorme presión a sus espaldas, la puso en la escuadra para meter el 10-9. Turno para Lindeløf, quien se quedó muy cerca de toparse con Rulli, pero el 10-10 era un hecho. 

Villarreal goalkeeper Gero Rulli tries to save Nicolas Pépés penalty for Arsenal during the UEFA Europa League match at Estadio de la Ceramica, Villarreal Picture by Focus Images/Focus Images Ltd 07813 022858 29/04/2021
Gero Rulli, tras quedarse muy cerca de parar tres penaltis, le detuvo el decisivo a David de Gea. Foto: Focus Images Ltd

Y llegaba el momento de los porteros, ese extraño instante donde los que llevan guantes y visten de un color diferente al resto se ven en la tesitura de lanzar penaltis de capital importancia, porque para que ellos disparen debe haberlo hecho antes todo el equipo, sin olvidar que la tanda ya está en una fase de pura muerte súbita. Ahí, un fallo te manda para casa. Rulli agarró la pelota, la puso en el punto de penalti y en cuanto Turpin le dio permiso, corrió hacia el balón para golpear de puro empeine y poner el balón en la mismísima escuadra. La tanda de penaltis era fantasía pura, una oda al arte de lanzar desde los 11 metros. Y todo ello en una final europea, con los jugadores cargando con una presión terrible a sus espaldas. El undécimo lanzador del Manchester United fue David de Gea. El meta madrileño debía salvar el séptimo match point del Villarreal. Se dirigió a la pelota, lanzó abriendo la cara interna del pie derecho y Rulli, ahora sí, detuvo. Un desenlace que pasará a los anales del fútbol europeo le daba al Villarreal el primer título de su historia. 

En la semana en que se cumplen 23 años del primer ascenso del submarino a Primera División, el punto de inflexión en la historia de este club, el triunfo del Villarreal en Gdańsk provocó las lágrimas de gente adulta, quienes lloraban como niños viendo que el equipo de su modesta ciudad tocaba el cielo en Europa. Tras toparse una y otra vez con los grandes del fútbol español y europeo, tras tanto esforzarse por aderezar con un título más de 20 años de gestión modélica, de ejecutar una política deportiva clara y de trabajar la cantera, el Villarreal triunfó ante un transatlántico del fútbol europeo. La quinta final de Europa League de Unai Emery se ha traducido en el cuarto título que gana en esta competición, la cual es su jardín. Gracias al técnico de Hondarribia, entre otros, el 26 de mayo de 2021 quedará grabado para siempre en la memoria grogueta. 

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Foto de portada: Focus Images Ltd