Gloria y redención – MarcadorInt


El Barcelona es el nuevo campeón de Europa. Las azulgranas pasaron por encima de un Chelsea superado por la ocasión, y por su rival. Castigó el equipo de Luis Cortés al de Emma Hayes en cada oportunidad que tuvo. Sin miramientos, sin piedad. Sin ofrecer un respiro a su rival. Imponente. El triunfo final de 4-0 sirve al club catalán para sumar su primera UEFA Women’s Champions League, el máximo galardón continental. El primero también para un club español.

Iba a ser una final histórica fuese cual fuese el resultado. Se ausentaba el dominador y el trono quedaba vacío, al alcance de las campeonas de Inglaterra y España. Encontraron la redención las culés. Subcampeonas en 2019, cuando jamás llegaron a asentarse sobre el terreno de juego ante el todo poderoso Olympique de Lyon., ganador de las últimas cinco ediciones de la UWCL. A la media hora de juego ya perdían 4-0, un resultado que ya no pudieron modificar. Viajaron a Gotemburgo con la lección bien aprendida el domingo. La final quedó resuelta, nuevamente, en los primeros treinta minutos. Para cuando el Chelsea quiso reaccionar, el Barcelona ya tenía el título continental guardado en la maleta de vuelta a Cataluña.

Chelsea 0
Barcelona 4 (Leupolz PP 1′, Alexia 14′, Aitana 21’, Hansen 36’)

Chelsea vs Barcelona - Football tactics and formations

Avisó Luís Cortés tras imponerse al PSG en la semifinal: “Hace dos años fuimos a Budapest a vivir la experiencia de nuestra primera final de la Liga de Campeones, pero esta vez iremos a Gotemburgo a ganar”. Cuando aún no se había cumplido el primer minuto, su equipo ya ganaba. A los treinta segundos, en una jugada que comenzó con el saque de centro, Lieke Martens disparó al larguero. Caroline Graham Hansen cazó el rechace y colgó el balón a la olla. En un área poblada Fran Kirby apareció para deshacer el peligro, pero lo creó. Su despeje golpeó a su compañera Melanie Leupolz, superando a la portera Ann-Katrin Berger. Un minuto, un gol.

Dudas sembradas en la escuadra londinense. Nada más empezar. A Pernille Harder, que jugaba su tercera final después de haber perdido las dos anteriores, le temblaron las piernas. No hay otra opción de explicar cómo la danesa erró cuando tuvo la opción, inmediata, de responder. Recibió libre de marca dentro del área, pero disparó directamente fuera. Berger, que ha encajado solo diez goles en liga, también acusó los nervios regalando una pelota a los cuatro minutos que luego tuvo que apurarse en salvar. La presión adelantada del Barcelona no permitió que el Chelsea se recuperase del golpe. Las londinenses trataron de mover el esférico para recuperar la confianza y deshacerse de los nervios iniciales. Tomar el control primero y construir después. Pero no hubo tregua. Las catalanas insistieron y acumularon ocasiones ya en los primeros minutos de juego. Antes de alcanzar el primer cuarto de hora, Leupolz llegó tarde para blocar el disparo de Jennifer Hermoso y terminó derribándola dentro del área. No sin polémica, y sin corrección del VAR. Alexia Putellas engañó a la portera para doblar la ventaja.

128 goles llevan las azulgranas en liga, habiendo disputado 26 partido. Echen cuentas. El domingo, a los veinte minutos ya llevaba tres. Aitana Bonmatí anotó el tercero tras una buena acción colectiva. Presionaron la salida de su rival, recuperaron la pelota y, entre Hermoso y Putellas crearon el espacio para la llegada de Aitana desde atrás, y batió a Berger ante la presión de Jessica Carter. Otro mazazo para las chicas de Emma Hayes, pero no el último. Seguían cabizbajas cuando Martens encaró a su par en el minuto 35. La dejó atrás con una arrancada potente, por la banda izquierda. La neerlandesa llegó a la línea de fondo, desde donde levantó la cabeza hasta dar con Hansen, que solo tuvo que empujarla a la red para finiquitar la UWCL por la vía rápida.

Pagó la inexperiencia el Chelsea, que se vio pronto sin opciones. Hubo que esperar hasta el minuto 40 para que las londinenses rematasen entre los tres palos. Volvió a aparecer Harder. Recortó dentro del área y disparó, pero sin poner en apuros a Sandra Paños. Resuelta la final, en la segunda mitad arrancó un partido nuevo. Uno en el que las londinenses trataron de desquitarse, y de sacar el orgullo propio. Fue una demostración de carácter, el que Hayes ha transmitido a su equipo. Una declaración de intenciones de cara a futuros envites. Pero sin premio alguno. De nuevo Harder tuvo la ocasión más clara, pero su cabezazo volvió a encontrar la respuesta de Paños. Asisat Oshoala, que entró en el minuto 71, marcó un nuevo gol con el tiempo ya cumplido. Se revolvió dentro del área y marcó sin compasión. No subió al marcador por un fuera de juego previo, pero poco importaba ya. Un minuto más tarde, el Barcelona volvió a celebrar. Ya de forma definitiva. Terminada la final alcanzaba la gloria.