Guardiola y el conflicto – MarcadorInt


Pep Guardiola, como todo buen lector, es el protagonista de una historia. La teoría literaria dice que hay novela en el momento en el que hay conflicto. Y el conflicto es la suma de un protagonista, un objetivo y los obstáculos que se encuentra. El protagonista, además, tiene que estar en una situación de equilibrio y desatarse un desencadenante. Su situación de equilibrio era entrenar a Messi, darle órdenes a Iniesta, aconsejar a Xavi. Y el desencadenante, alejarse de ellos. Reventar la zona de confort. Huir hacia adelante. Tenía mucho que ganar, sí. Pero poco que hacer. El cuadro estaba pintado y no quiso quedarse contemplándolo.

El objetivo se lo hemos ido poniendo nosotros. Le dijimos que ganar la Champions con el Barça no valía porque estaba Messi. Le dijimos que ganar la Bundesliga con el Bayern no valía porque claro la liga alemana. Le dijimos que bueno la Premier estaba bien pero cuánto dinero. Le dijimos que bueno jugar muy bien y más títulos guay, pero a ver la Champions. Y así le hemos puesto el objetivo a la novela de Guardiola: ganar la Champions fuera del Barça.

Obstáculos se ha encontrado unos cuantos. Cristiano Ronaldo, Ramos, Messi y Simeone cuando estaba en el Bayern. Mbappé, Klopp, la mano de Llorente y un fallo a puerta vacía de Sterling ya en el City. Tenía de Sísifo que cada temporada le tocaba cargar la piedra y del Gran Gatsby que pese al dinero no era feliz. Fracasado, decíamos nosotros desde el sofá.

Y así iba Guardiola, perdiendo cada año mientras no paraba de ganar. Nadie sabe muy bien qué es la derrota. A veces ganar es llegar al metro antes de que cierren las puertas. A veces perder 3-0 es una victoria y ganar 1-0 es una derrota. A veces el fútbol condena al que condena y vence al vencedor. La víctima puede en cualquier momento quitarse la soga y robarle el hacha al verdugo. Hay un mensaje mezquino en decir que sólo vence el que gana. No hay proceso. No hay análisis. Fútbol de 280 caracteres. Fútbol de Reels de quince segundos. Fútbol de Mismarcadores y BeSoccer. ¿Has perdido? Fracasado.

Y ahí está, un entrenador que no ha parado de ganar puede conseguir la única victoria que les sirve a algunos. Hay muchos esperando con las facturas. Qué bueno es para el deporte que un entrenador para el que lo más importante es ganar vaya a tatuar su nombre en la historia por muchas otras cosas. De nada sirve, dicen algunos, que motivara a un Bayern que venía de conquistar el triplete. De nada sirve, dicen otros, que consiguiera un cambio contracultural en la Premier. Y la Champions qué.

Pues ahí está. Espera la Orejona con sonrisa sibilina. Cada año tiene una pistola con 31 balas y nunca falla. La Champions es la competición de los fracasados. Un pulgar hacia arriba y muchos hacia abajo.  Europa está llena de cadáveres. Cuantos más candidatos en septiembre, más lápidas en junio. La Champions es como el Sexto Sentido: hay mucha gente por ahí pero solo uno está vivo. El que gana.

La teoría también dice que la novela se termina cuando sabemos si el protagonista cumple o no su objetivo. Nos falta saber el género y el final. Tragedia o happy ending. Pero no lo olvidemos: el conflicto es solo un gancho para atraer al lector y atarlo hasta el final. Una pregunta que se plantea en la página 15 y se resuelve en la 300. En los buenos libros no importa tanto la resolución como transcurso. El camino antes que el final. El mapa antes que el destino. El cómo por encima del qué.

Imagen de portada: Russell Hart/Focus Images Ltd