Inglaterra ya ha escrito la mitad de la historia


Inglaterra jugará ante Italia su primera final de una Eurocopa. La selección de Gareth Southgate derrotó este miércoles a Dinamarca en la prórroga de una forma que marcará para siempre el relato general que se conserve de este partido. Inglaterra fue mejor que su rival durante más minutos en el encuentro, y seguramente hizo méritos para que el choque no se acabara marchando al tiempo suplementario, pero un golazo de falta de Mikkel Damsgaard adelantó primero a los daneses y rompió la imbatibilidad inglesa de un plumazo. Fue la primera vez en esta Eurocopa que Inglaterra se vio por detrás en el marcador, un escenario que generaba bastantes dudas en la prensa británica por el efecto psicológico que esta hipotética situación podría provocar en la selección, pero el cuadro de los Three Lions se repuso bien al tanto encajado y menos de 10 minutos después de recibir ese 0-1 consiguió sellar un empate que cambió el partido (de manera radical) poco antes del descanso.

Inglaterra 2 (Kjaer p.p. 39′, Kane 104′)
Dinamarca 1 (Damsgaard 30′)

DEN vs ENG - Football tactics and formations

Dinamarca entró muy bien al partido. Y, de hecho, se puede decir que jugó mejor en la primera media hora (hasta el gol a balón parado de una de las grandes sensaciones de esta Eurocopa, Damsgaard), defendiendo (hacia delante) cada vez más lejos de su área y demostrando que, a pocos toques, no ha habido demasiadas selecciones capaces de mantener el ritmo y la precisión que el conjunto danés ha exhibido en todas sus posesiones y/o transiciones hacia el ataque. Cada vez que Damsgaard (por izquierda), Braithwaite (derecha), Dolberg (delantero), Maehle (carrilero izquierdo), Stryger Larsen (carrilero derecho) y los dos mediocentros, Delaney y Hojbjerg, conseguían combinar de manera muy rápida en las circulaciones, encontrando siempre al futbolista de cara para activar al tercer hombre libre de abajo arriba, de arriba abajo y de abajo arriba de nuevo, Dinamarca encontraba el modo de superar la presión/repliegue de Inglaterra para llegar a los metros finales con la sensación de poder intimidar por dos razones bien pensadas para compensar el evidente déficit de calidad en los metros finales: una es esa fluidez en el juego, muy vertical, rápido y atractivo, y otra es la gran acumulación de futbolistas que la selección conseguía incorporar en campo contrario para cargar (por abrasión) ese último tercio.

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Resulta obvio que esta selección ha tenido un déficit técnico importante en el ataque, y ayer volvió a quedar demostrado. Martin Braithwaite tiró del carro hasta donde pudo, Kasper Dolberg ofreció detalles interesantes y el propio Mikkel Damsgaard reventó la portería inglesa con uno de los mejores goles de esta edición (el primero, por cierto, que se hace de falta directa en esta Eurocopa), pero más allá de eso, que a la postre tampoco acabó siendo demasiado, lo cierto es que Dinamarca volvió a echar en falta un puntito extra de calidad (realmente diferencial) en la resolución de sus ataques/posesiones. Algo que evidentemente fue minando sus posibilidades en el partido, sobre todo a raíz del 1-1, y que acabó por dibujar un escenario de control y ataque muy constante por parte de la selección inglesa en la segunda parte, y, prácticamente, la totalidad de la prórroga. Y ahí Schmeichel fue el mejor.

El jovencísimo Mikkel Damsgaard firmó uno de los golazos de la Eurocopa. Foto: Paul Chesterton/Focus Images Ltd
El joven Mikkel Damsgaard firmó uno de los golazos de la Eurocopa. Foto: Paul Chesterton/Focus Images Ltd

Gareth Southgate ha conseguido construir una selección bastante compacta. Es verdad que está prescindiendo de muchos hombres muy talentosos en sus onces titulares, pues ayer prescindió desde el inicio de futbolistas como Jadon Sancho (que ni siquiera llegó a jugar), Phil Foden, Jack Grealish o Marcus Rashford, y también es cierto que lógicamente no pueden caber todos al mismo tiempo, pero el tiempo y los resultados le están dando la razón al entrenador inglés. Southgate ha construido una selección de atrás hacia delante, priorizando por encima de cualquier otro detalle o situación la integridad colectiva del propio bloque, y de ahí que, no por casualidad, a todas las selecciones les esté costando tanto generar peligro (y más aun con cierta frecuencia) cuando se miden a esta Inglaterra.

La selección de los Three Lions está siendo un hueso muy duro de roer en esta Eurocopa. Consigue llevar siempre los partidos a su terreno, es decir, consigue dominar el choque sin necesidad de extenderse demasiado en sus posesiones ni agobiarse por ordenarse en bloque bajo durante largas fases de los partidos, arriba está sabiendo hacer daño, y atrás, en cambio, es que está sufriendo realmente poco por lo bien que defiende por todo el campo. Porque la defensa de Inglaterra empieza en su buena presión, una situación de los duelos que encumbra los esfuerzos defensivos de sus puntas, pasa por la hiperactividad de sus dos centrocampistas, Declan Rice y Kalvin Phillips, y acaba en la absurda omnipresencia de tres centrales (incluyendo aquí a Kyle Walker) que están dominando todas las situaciones de una forma bastante complementaria entre sí. Y ojo, porque donde no llegan los centrales, aparece un Jordan Pickford que, si bien ha ofrecido algunas dudas en estos dos últimos partidos, está parando poco (como dicen los datos), pues está poco exigido, pero muy bien.

Raheem Sterling está completando una gran Eurocopa 2020. Foto: Focus Images/Focus Images Ltd
Raheem Sterling está completando una gran Eurocopa 2020. Foto: Focus Images/Focus Images Ltd

Dinamarca lo intentó hasta el final con sus armas, tratando de acompañar a Braithwaite con Poulsen (muy errático desde su entrada al campo), pero es evidente que se acabó quedando corta de argumentos y recursos individuales para inquietar a Inglaterra. En el otro lado de la moneda toca destacar a un Raheem Sterling muy activo durante toda la noche. El futbolista del Manchester City fue objeto de la gran polémica, pero también fue el mejor jugador de campo del encuentro. Sterling completó el partido que todos hubiésemos esperado que firmase Jadon Sancho, porque además completó sus mejores minutos desde el sector derecho, a pie natural, recibiendo (muy abierto), encarando y desbordando al lado más fuerte (en la noche de ayer) de la defensa danesa: Maehle, de carrilero, y Vestergaard, como central exterior de una línea de tres que rindió a un gran nivel. Sterling hizo lo que quiso donde más le apeteció, retando una y otra vez a todos los futbolistas que salían a su paso, y acabó siendo un torbellino en la segunda parte de la prórroga tirando de piernas y frescura mental (algo que siempre se le ha achacado en su carrera, y también en esta Eurocopa pese a su enorme determinación goleadora, puesto que se trata de un futbolista al que le cuesta elegir bien con continuidad). Inglaterra disputará este domingo en Wembley ante Italia su primera final desde el año 1966, que se dice pronto. Y lo hará con una plantilla bastante enchufada a nivel de rendimiento y sensaciones. Es muy probable que Southgate se guarde algún as bajo la manga de cara al encuentro, como ha hecho hasta ahora en todos los partidos de esta Eurocopa, pero esa imprevisibilidad, al margen del quebradero de cabeza que supone para los aficionados y los periodistas, está alimentando una competición interna muy sana entre los tres, cuatro o cinco futbolistas que podrían cambiar de un partido a otro.

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Foto de portada: Paul Chesterton/Focus Images Ltd.