La grandeza de los que siguen siendo los mejores


El Real Madrid demostró este martes ante el Liverpool que sigue teniendo entre sus filas a algunos de los futbolistas más dominantes de la UEFA Champions League. Los primeros 45 minutos de los blancos en este duelo de ida de los cuartos de final fueron de una grandeza superlativa; la constatación de que futbolistas como Casemiro, Kroos, Modric y Benzema siguen siendo absolutos jerarcas en la máxima élite. El Real Madrid fue muy superior a su rival durante todo el encuentro a excepción de los 10 primeros minutos del segundo tiempo en los que el Liverpool consiguió recortar distancias con un gol que mantiene vivas sus esperanzas de cara a la vuelta. Zinedine Zidane le ganó la partida claramente a Jürgen Klopp, como ya hiciera en los octavos ante Gian Piero Gasperini, y el francés, pizarra en mano, consiguió que el encuentro se jugase según el guion que más le interesaba a su equipo. El Real Madrid viajará el próximo miércoles a Liverpool para defender un 3-1 muy positivo (pero no definitivo) con varias certezas en el equipaje, tanto a nivel individual como en lo colectivo, a la espera de lo que ocurra el sábado, en casa, ante el Barcelona.

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El cuadro blanco anunció por la mañana que Raphaël Varane sería baja para este partido (y para los próximos 15 días, como mínimo) debido a su positivo en los test del coronavirus, y por ello Zinedine Zidane debió reinventar la defensa ante la ausencia de sus dos centrales titulares. Nacho Fernández, central izquierdo, y Eder Militao, central derecho, se situaron en el centro de una zaga que formó con cuatro futbolistas (y no con cinco), a diferencia de lo que venía siendo habitual, y contra todo pronóstico, pues cabía la posibilidad de que el equipo tratase de mitigar la ausencia de Varane con la entrada de un hombre extra (Marcelo), pero lo cierto es que la decisión fue un éxito: el partido de ambos centrales fue de sobresaliente y el equipo le sacó todo el jugo, con y sin balón, a las posibilidades que le ofrece este dibujo. Así las cosas, jugando de inicio sobre su clásico 4-3-3, el Real Madrid salió muy enchufado en los primeros compases y ante un Liverpool que tampoco pudo jugar con varios de sus mejores futbolistas, todo sea dicho, tanto en la defensa (donde Virgil van Dijk, Joel Matip y Joe Gomez son baja para lo que resta de campaña) como en el centro del campo (ya que el capitán Jordan Henderson no consiguió recuperarse a tiempo), el Real Madrid exhibió a ojos de toda Europa que sigue teniendo a los mejores pasadores del mundo. El partido de Kroos y Modric es para volver a verlo y disfrutar. Otra exhibición más.

Real Madrid 3 (Vinícius 27′, 65′, Asensio 36′)
Liverpool 1 (Salah 51′)

RM-LIV vs Away team - Football tactics and formations

El Real Madrid jugó mucho mejor que el Liverpool en todas las fases y situaciones del encuentro. Con y sin balón. Atacando, fuese en posicional o al espacio, y defendiendo, tanto en la presión como en el repliegue más intensivo. De inicio, el cuadro blanco, sin la presencia de Sergio Ramos en el perfil izquierdo de la defensa, decidió salir, juntarse y crecer por el sector derecho, reuniendo muchos hombres y muchos pases sobre este costado, para atraer la presión del Liverpool, absorber sus esfuerzos en la basculación lado-lado y girar su posicionamiento con un cambio de orientación al perfil opuesto, el izquierdo, donde Vinícius torturó una y otra vez a un Alexander-Arnold muy superado por los acontecimientos. Fue aquí, juntándose en un lado para acelerar y estirarse por el otro, cuando Toni Kroos se inventó la asistencia a Vinícius Jr. en la acción del uno a cero. Un envío largo y profundo, perfectamente medido para caer en el pecho del brasileño, que con un fantástico control al espacio, cruzándose por delante de Nathaniel Phillips (que no pudo hacer otra cosa que corregir su posición sin tocar a Vinícius por la espalda), se dio a sí mismo el tiempo-espacio necesario para cruzar la bola ante la salida de Alisson. Una acción que luego detallaremos.

El Real Madrid ya estaba por delante y la gestión que hizo del resultado fue la idónea para evitar que el Liverpool pudiera sublevarse por el gol encajado. Toni Kroos y Luka Modric, como decíamos unas líneas más arriba, jugaron con una jerarquía inigualable por cualquier otro centrocampista del planeta. En corto, buscándose el uno al otro, por arriba, cambiando la orientación, o incluso a media altura, para activar opciones más intermedias entre su posición y la del futbolista más alejado, el repertorio técnico de ambos futbolistas volvió a ser exquisito para organizar, dirigir, asentar y acelerar las circulaciones del equipo por delante y por detrás de la línea divisoria. El Real Madrid se organizó en torno a sus pases y los apoyos (de espaldas al área) de Karim Benzema. El Liverpool, en todo momento, pretendió presionar arriba los primeros pases del Real Madrid, saltando en los esfuerzos con la intención de robar y transitar en muy pocos metros, pero el cuadro de Zinedine Zidane volvió a dejar claro que este escenario de encuentro es en el que más cómodo y seguro se encuentra; alejado de las fases más posicionales a las que debe hacer frente cada fin de semana en la Liga, que es donde más acusa ese déficit de desborde en los metros finales. Con el equipo saliendo con control desde la defensa, y pasando por los pies de Modric, Kroos y Benzema, el Real Madrid consiguió hacerle pagar muy caro al Liverpool las dudas de un planteamiento que no fue eficaz en el robo ni eficiente en sus transiciones. La realidad es que Vinícius, por izquierda, y Asensio, en derecha, consiguieron correr mucho y muy bien a espaldas de una defensa poco compenetrada en sus acciones.

Mohamed Salah anotó el único tanto del Liverpool en el encuentro. Foto: Michael Sedgwick/Focus Images Ltd
Mohamed Salah anotó el único tanto del Liverpool en el encuentro. Foto: Michael Sedgwick/Focus Images Ltd

El segundo tanto del Real Madrid llegó tras otro gran desplazamiento de Toni Kroos. El Liverpool tuvo muchísimos problemas para defender en el Alfredo Di Stéfano, llegando tarde y mal a la presión, por un lado, y no imponiéndose en su propio área, por otro. Con balón, condicionado, claro está, por el resultado en contra, el equipo de Klopp se saltó varios procesos en la elaboración para tratar de embotellar al Real Madrid en su propio campo y la entrada de Thiago Alcántara tuvo un impacto notable tras el tiempo de descanso. El centrocampista español entró en la recta final de la primera parte para sustituir a un Naby Keita bastante desdibujado en sus funciones, y actuó como interior derecho de base en las circulaciones de su equipo. En los minutos iniciales del segundo tiempo el Liverpool consiguió el objetivo propuesto: arrebatar el dominio local, lograr que los de Zinedine Zidane debiesen hacer continuos esfuerzos en el repliegue (en el cual los dos extremos, Vinícius y Asensio, se mostraron muy activos en la cobertura a sus laterales, Mendy y Lucas Vázquez), y recortar distancias con un gol que abre un escenario diferente para la vuelta.

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Dicho esto, el Real Madrid reaccionó bien a ese gol en contra, es decir, volvió a entregarle el esférico a sus mejores futbolistas sobre el césped, y remató su gran actuación grupal con el 3-1 final tras un saque de banda que evidencia, entre otras cosas, lo poco entonado que estuvo el Liverpool sin el esférico. Además de Kroos, Modric y Benzema, este análisis también le debe un aparte a otros futbolistas como Vinícius, Asensio, Casemiro, Militao, Mendy o Lucas Vázquez. Todos, en resumidas cuentas, rindieron a un nivel altísimo y le permitieron al Real Madrid dar respuesta en todo momento a las cuestiones que le fue formulando el encuentro y su rival. Vinícius, el gran nombre de la noche, autor de dos de los tres tantos del equipo, vino a confirmar que su buena actuación ante la Atalanta es una realidad cada vez más tangible en juego; pues, como ya dijimos, el extremo brasileño está dejando cada vez más gestos y acciones técnicas impregnadas por una sensibilidad mucho más cuidada que en tiempos pretéritos. Vinícius jamás ha tenido un problema de carácter. Y anoche, precisamente, el brasileño volvió a demostrar que no le pesa la cuota de responsabilidad que debe asumir en el equipo. Pero lo más positivo, sin duda, es que a estas alturas empiece a añadir nuevos registros y elementos a su fútbol. Vinícius está decidiendo mucho mejor. Está entrando y saliendo de las acciones de una forma más sosegada. Y si ese punto extra de control consigue asentarlo en su juego, hacerlo constante, que siempre, en este tipo de casos, es lo más complicado, el Real Madrid de Casemiro (insuperable en el centro del campo, por cierto), Kroos, Modric y Benzema, a la espera de Hazard y Sergio Ramos, estará más cerca de clavar la bandera en un trono que conoce mejor que nadie.

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Foto de portada: Kristian Kane/Focus Images Ltd.