La MLS sigue a la caza de jóvenes talentos en Sudamérica


“¿Por qué?”, le preguntaba Joaquín a su padre al enterarse de que Facundo Torres, “El Facu”, se iba de Peñarol. “¿No va más a jugar con Peñarol?”, cuestionaba el pequeño Carbonero, incapaz de entender cómo uno de sus ídolos ya no seguiría vistiendo los colores de su equipo favorito. A 1.342 kilómetros, en Asunción, quizá algún pequeño hincha de Libertad se estaría preguntando lo mismo. Sebástian Ferreira, que marcó 34 goles en 78 partidos con el club de la capital paraguaya, también se va.

¿Qué tienen en común los dos? Ambos son jóvenes protagonistas en sus equipos -Torres ya es internacional con Uruguay-, que se marcharán a la Major League Soccer (MLS). El Facu, de 21 años, se irá al Orlando City por unos 10 millones de dólares. Ferreira, de 23, se va al Houston Dynamo, que, según se informa, pagará unos 6 millones de dólares a Libertad. Este es un fenómeno cada vez más común en el continente: jóvenes talentos que deciden marcharse; no a Europa, sino a Estados Unidos.

La MLS se caracterizó, sobre todo tras el fichaje de David Beckham por el Los Angeles Galaxy en 2007, por fichar a estrellas del fútbol europeo que estaban cerca de retirarse. Steven Gerrard, David Villa, Kaká, Thierry Henry, Bastian Schweinsteiger, Frank Lampard y Andrea Pirlo son algunos ejemplos. Pero en los últimos años -sobre todo en los últimos cinco- los equipos de la liga han invertido notablemente en el mercado sudamericano. Y no es que Sudamérica no fuera una fuente de prospección en el pasado. “Siempre ha habido un fuerte sabor sudamericano en la MLS”, señala Tim Vickery. “En los primeros años solían ser bolivianos y colombianos. Con el tiempo, con la consolidación de la liga, se hicieron más incursiones hacia el sur. Los argentinos se han convertido en una gran atracción”. Aun así, no dejó de ser una sorpresa cuando el CF Montreal fichó en 2014 a Ignacio Piatti, flamante campeón de la Copa Libertadores con el San Lorenzo. Pero el jugador tenía entonces 28 años y su margen de progresión era relativamente limitado. Lo mismo ocurrió con Diego Valeri, que pasó de Lanús al Portland Timbers en 2013, cuando tenía 26 años.

Quizás el año 2017 haya sido el punto de inflexión. Fue cuando el Atlanta United fichó al entrenador argentino Gerardo Martino. Desde entonces, los clubes de la MLS han adquirido a algunos de los jóvenes más talentosos de Sudamérica. Entre 2014 y 2017, 65 jugadores menores de 25 años abandonaron el continente para irse a la MLS; entre 2018 y 2021 la cifra aumentó a 112. Algunos ejemplos son Jefferson Savarino (20) y Miguel Almirón (22) en 2017; Ezequiel Barco (18), Eduard Atuesta (20), Jesús Medina (20) y Alejandro Romero (23) en 2018; Matías Pellegrini (18), Marcos López (19), Cristian Pavón (22) y Gonzalo Martínez (25) en 2019; Emanuel Reynoso (24) en 2020, y Santiago Sosa (21), Santiago Rodríguez (21), Yeferson Soteldo (23) y Tomás Pochettino (24), en 2021.

Los hinchas de Peñarol se lamentan ahora por la salida de Facundo Torres, pero la venta de jóvenes estrellas del club a la MLS no es una novedad: Diego Rossi dejó Montevideo en 2018 con 19 años para irse al Los Angeles FC; lo mismo ocurrió en 2019 con Brian Rodríguez, que también cambió Peñarol por el LAFC con la misma edad.

Los grandes protagonistas de las dos últimas ediciones del torneo son argentinos: Lucas Zelarayán (Columbus Crew) y Valentín Castellanos (New York City FC). En la final de la Conferencia Este de la pasada edición se enfrentaron el New York City y el Philadelphia Union. El partido caminaba hacia un empate a uno hasta que, en el minuto 88, el brasileño Talles Magno, de 19 años, marcó el gol de la victoria del NYC. Talles es un chico formado en las categorías inferiores del Vasco da Gama, considerado una de las mayores promesas del club en los últimos años. Fue campeón mundial sub-17 con Brasil en 2019. El año pasado, muchos en el país se sorprendieron cuando se anunció su venta a la MLS por unos 7 millones de euros. Fue algo muy raro ver a un equipo de Estados Unidos llevarse a una joven promesa de un gigante brasileño. Pero Talles no era el primero: en 2020, Brenner, delantero que entonces tenía 20 años, se fue del São Paulo al FC Cincinnati en una venta que rozó los 12 millones de euros. Brenner llevaba 11 goles en el Brasileirão y dejó el club en la pelea por el título en la jornada 32 de la liga. Otros jugadores interesantes del Brasileirão también llegaron a la MLS, como Gregore (Inter Miami CF) y Caio Alexandre (Vancouver Whitecaps).

Pero ¿por qué estos jóvenes deciden dejar sus países para irse a una liga que nunca ha gozado del prestigio de las grandes ligas sudamericanas o europeas? “He escuchado de clubes europeos que la MLS es el lugar ideal para que un sudamericano se adapte, porque el contraste de algunos países de Europa con Sudamérica es muy grande”, dijo André Zanotta, director deportivo del FC Dallas, a GloboEsporte.

Otro factor que explica esta tendencia es el tema económico: el dólar es bastante más fuerte que las monedas sudamericanas. Y hasta Brasil, que tiene la mejor liga del continente, poderosa económicamente, ha sido presa de los clubes norteamericanos. “En Brasil era más difícil, con una moneda más fuerte y salarios más altos. Pero el real brasileño ha perdido parte de su valor, los clubes necesitan dinero y un traslado a Estados Unidos ya no es un paso atrás”, analizó Tim Vickery. “Creo que los precios de los talentos sudamericanos son probablemente favorables”, afirmó el ex entrenador del Vancouver Whitecaps, Carl Robinson. “Hay miles de talentos en Sudamérica que están esperando una oportunidad. Y creo que los equipos están haciendo sus deberes ahora, y se están dando cuenta de que, si intentan fichar a un jugador joven de Europa, es probable que gane cuatro o cinco veces más que un centroamericano o sudamericano”.

Para muchos jugadores de clubes de ligas sudamericanas menores, que ya no pueden rivalizar con los grandes brasileños y argentinos, el traslado a Estados Unidos es visto como un avance en su carrera. “Los jugadores latinos ven la liga de una manera diferente ahora, debido al ambiente competitivo, por eso están viniendo. También creo que la infraestructura de la liga -los estadios, los terrenos de juego-, todo ello se combina para crear algo atractivo para los jugadores sudamericanos”, observó Almirón cuando aún estaba en el Atlanta United.

Además, los jóvenes de Sudamérica ven cómo algunos futbolistas salen de la MLS directamente a Europa y triunfan allí. Uno de los grandes ejemplos es el propio Almirón. El éxito en Europa de jugadores procedentes de la MLS aumenta a su vez la búsqueda por parte de los clubes europeos en el mercado norteamericano. “Creo que cuando Christian Pulisic vino y se estableció a un alto nivel, eso abrió la puerta a que otros equipos buscaran jugadores jóvenes en Estados Unidos”, dijo Jesse Marsch al New York Times. “Tenías a Christian, a Weston McKennie, a Josh Sargent, a Tyler Adams, todos triunfando en entornos profesionales, y eso animó a otros a ir a ojear cada vez antes en Estados Unidos. Eso significó más y más oportunidades para los jugadores, especialmente en Alemania”. El último ejemplo es Ricardo Pepi, que acaba de fichar por el FC Augsburg por 16 millones de euros.

La estructura del fútbol estadounidense es altamente profesional, lo que difiere en gran medida del fútbol sudamericano, en el que todavía vemos una serie de fichajes sospechosos, con muchos empresarios que siguen teniendo gran influencia en los clubes. John Textor, un estadounidense que está en proceso de adquirir la Sociedade Anônima de Futebol del Botafogo, afirmó que hay clubes fuera de Brasil que conocen mejor a los jugadores brasileños que los propios clubes del país. Los de la MLS, por su parte, están reconocidos por su elevada inversión en los departamentos de scouting. “Es un modelo que se está imponiendo en otros clubes de la MLS”, dijo Adam Braz refiriéndose al Los Angeles FC. “Se acabaron los días en los que se fichaba a los jugadores al azar porque eran recomendados por un agente que compartía unos cuantos vídeos de sus highlights.

Uno de los efectos de este fenómeno se puede observar sobre los terrenos de juego: de 2017 al presente, solo dos veces tuvimos a un semifinalista de la Copa Libertadores que no fuera brasileño o argentino: en ambos casos, el Barcelona de Guayaquil. Los grandes brasileños y argentinos todavía son capaces, a pesar de las ventas, de formar buenas plantillas. Sin embargo, a los grandes de otras ligas les cuesta bastante más encontrar un recambio tras la pérdida de alguna de sus estrellas. Los recursos son escasos. La disparidad entre los equipos de Brasil y los gigantes de Argentina con respecto al resto del continente se hace cada vez más importante. Facundo Torres y Sebastián Ferreira son sólo los primeros en marcharse de grandes clubes sudamericanos a la MLS en 2022.

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Foto: Elisfkc bajo licencia Creative Commons 4.0.