Partido Polish Boyfriend: 10 años para revolucionar el derbi de Krasnodar


Hace pocos años, Krasnodar era la única ciudad fuera de Moscú con su derbi en la Primera División rusa. Ni San Petersburgo podía presumir de ello. Ahora el derbi se juega, de alguna forma, en Tercera División, donde anda el fantasma del club que en su momento reinó en la ciudad.

Krasnodar es la capital de una región conocida como Krasnodar Krai, región que abarca casi toda la costa rusa en el Mar Negro hasta la frontera con Georgia. Siempre ha sido una zona muy importante, pues conecta el centro de Rusia con el Caucaso y el Mar Negro. Además, aquí se ha construido el puente que une Rusia con la península de Crimea, arrebatada a los ucranianos. Una zona con los grandes centros turísticos del país, como la ciudad balneario de Sochi, playas o pistas de esquí. Aunque los rusos no conocen esta zona con el nombre administrativo de Kranosdar Krai. Para ellos es el “Kuban”, en honor al río de la zona. Una región con fama de gente dura y relacionada de forma casi mitificada con los cosacos. La ciudad la fundaron cosacos en esos años en que Rusia se extendía hacia el sur, ganando tierras a las poblaciones musulmanas, a las que empujaba hacia más al sur. Fue tierra de fronteras, de llanuras, de tipos violentos. El “Wild West” ruso en los siglos XVIII y XIX. Aún hoy la región presume de su ADN cosaco, con unos 18.000 cosacos del Kuban organizados internamente, manteniendo viva su identidad, su cultura. Sus tradiciones.

El río Kuban, en Krasnodar. Foto: Pavel.Shulekin bajo licencia Creative Commons 4.0
El río Kuban, en la ciudad de Krasnodar, Rusia. Foto: Pavel.Shulekin bajo licencia Creative Commons 4.0

La ciudad, llamada originalmente Yekaterinodar (regalo de Catalina, la emperatriz) se llama Krasnodar desde la victoria de los comunistas en la guerra civil rusa de los años 20. O sea, la ciudad quiere decir “regalo de los rojos”. Fue en esas fechas cuando nació el Dinamo de Krasnodar, equipo que sería rebautizado como Kuban Krasnodar poco después. Uno de los clubes más antiguos de Rusia, fundado en 1928. El Kuban era un club muy popular. Hace 15 años, tenía la media de espectadores más alta de la liga. Y tenía apoyo del gobierno, pues el presidente era Aleksander Tkachyov, el gobernador de la región. En Rusia ver a un político local presidiendo una entidad deportiva es relativamente normal. Tampoco es una novedad en Rusia que detrás de los equipo se escondan intereses de empresarios u oligarcas poderosos. El Kuban, por ejemplo, fue noticia cuando su delantero Nikola Nikezic se negó a firmar su baja. Querían fichar otros jugadores, el montenegrino no jugaba y se lo querían sacar de encima. La manera que se utilizó para convencer Nikezic fue una monumental paliza que le propinaron unos tipos que, según la prensa montenegrina, eran sicarios de la mafia rusa. Al final, Nikezic firmó, denunció el caso y cobró una compensación del Kuban.

Durante décadas, el Kuban de Krasnodar era el rey de la ciudad, aunque fuera de los límites de la municipalidad nunca dejó de ser un equipo con tradición convertido en un ascensor: ahora un ascenso, ahora un descenso. Se pasó la mayor parte de su historia en la Segunda División soviética y su mejor campaña fue la 2012/13: acabó en la quinta posición, debutando así en Europa, donde incluso eliminó al Feyenoord. Aunque entonces ya le había salido un vecino molesto.

El centro de la ciudad de Krasnodar, en Rusia. Foto: Sergio Evsyukov bajo licencia Creative Commons 3.0
El centro de la ciudad de Krasnodar, en Rusia. Foto: Sergio Evsyukov bajo licencia Creative Commons 3.0

En 2008 se fundó el FC Krasnodar. El club salió de la nada, por iniciativa del empresario Sergey Galitsky. Galitsky es uno de los tipos más ricos del país, propietario de una red de supermercados. Nacido cerca de Sochi, Galitsky es armenio aunque adoptó el apellido ruso de su esposa cuando inició su aventura profesional. En 2008, apostó por el fútbol y fundó el FC Krasnodar, “los Toros”, equipo que en tres años se plantó en Primera: un ascenso deportivo y otro en los despachos cuando el Saturn desapareció y la Federación invitó al equipo. El primer derbi de Krasnodar se jugó en Segunda, en 2010. El Kuban había bajado y le ganó los dos derbis a un rival con tres años de vida: 3-0 y 0-1. El Kuban quedó primero y ascendió. El FC Krasnodar acabó quinto y consiguió el ascenso ya que la Federación los invitó antes que los equipos que acabaron tercero y cuarto, que no ofrecían, según la versión oficial, garantías económicas suficientes. Cierto es que el FC Krasnodar podía ofrecer garantías: fichó 17 jugadores en tres semanas. En 2011, el derbi se jugó por primera vez en Primera en el estadio del Kuban, ya que el nuevo club no disponía entonces de su propio recinto. Cada equipo ganó un derbi, siempre como visitante. El Kuban acabó sexto y el FC Krasnodar noveno.

Sábado 10 de abril, 15:00, Kuban – Krasnodar III

El segundo año en Primera, los Toros ya pasaron por delante del Kuban. Era el inicio de una revolución. Además de levantar un fútbol base inspirado en el de los clubes españoles, ficharon buenos futbolistas extranjeros como Ari (el brasileño que jugó en el AZ y el Spartak), Wanderson, Joãozinho (jugó Champions con el Levski), el uruguayo Mauricio Pereyra o el colombiano Laborde. Cada partido era evidente que el FC Krasnodar era un club moderno, bien gestionado, que asumió el proyecto de construcción del nuevo estadio de la ciudad, uno de los más espectaculares de Europa, como suyo. El equipo tenía una propuesta de juego bonita y pronto llegó a Europa. Empezó a molestar a los equipos grandes de Moscú o San Petersburgo. En menos de 10 años, ya era capaz de plantar cara al Valencia o el Everton en la Europa League. Y se metió en su primera final de Copa, aunque la perdió.

La ciudad de Krasnodar, en Rusia. Foto: Maska999 bajo licencia Creative Commons 4.0
Imagen de la ciudad de Krasnodar desde el aire, en Rusia. Foto: Maska999 bajo licencia Creative Commons 4.0

Y todo, mientras el Kuban Krasnodar se hundía. Alexander Tkachov dejó de ser el gobernador de Krasnodar para ser el Ministro de Agricultura ruso. Y le propuso a Putin exportar carne de cerdo a Indonesia. Putin le recordó que Indonesia es el país del mundo con más habitantes musulmanes, y, por tanto, poco cerdo se consumiría. “Ya se acostumbrarán”, soltó Tkachov. Putin se puso a reír y le espetó: “No, no van a comer cerdo”. Y la charla acabó así. Tkachov dejó el Kuban con deudas, mientras el nuevo gobernador, Veniamin Kondratyev, comenzaba a pensar que destinar muchos millones a un club del que el gobierno regional es propietario del 51% de las acciones no era buena idea, ahora que la ciudad tenía un nuevo club en manos de un magnate que no pedía dinero. Y gestionaba mejor el suyo. Kondratyev anunció que el gobierno regional ayudaría en la búsqueda de patrocinadores para el Kuban, pero dejaría de poner dinero estatal. Puso como responsable del club a Gennady Krapivka y este intentó conseguir más dinero del empresario de origen armenio Oleg Mkrtchyan, un tipo que ha invertido dinero en clubes rusos, ucranianos y armenios en las últimas décadas. En el Kuban, su hijo Suren Mkrtchyan llegó a ser vicepresidente, aunque finalmente el empresario fue detenido por fraude fiscal. Y el Kuban bajó a Segunda, entre deudas, luchando en la parte baja y con unas 4.000 personas en el campo. Millares de hinchas dejaron de seguir el Kuban para saltar a las gradas del nuevo estadio, para ver al FC Krasnodar. Las dos últimas temporadas, este club, liderado por el prometedor entrenador Murad Musayev, ha finalizado en la tercera posición en la liga.

Finalmente, el Kuban sufrió la temida bancarrota. Y desapareció. Aunque en julio del año 2020, la Federación rusa permitió que un grupo de empresarios de la ciudad pudiesen renombrar un club fundado en el año 2018, el FC Urozhay Krasnodar, como FC Kuban. Usando el mismo nombre, aunque sin poder ser el heredero oficial de al vieja entidad. Así ha vuelto al ruedo el Kuban. O algo parecido, con una mezcla de abuelos nostálgicos y ultras del pasado unidos en las gradas. Con una empresa local del sector de la cosmética detrás, el nuevo Kuban juega derbi esta semana contra el FC Krasnodar. Los Toros han armado un proyecto tan sólido que su primer equipo juega en Primera, el filial en Segunda y tiene un tercer equipo en la Tercera División. Y aquí se juega este Krasnodar III-Kuban Krasnodar. Por suerte para los nostálgicos del Kuban, ellos ocupan zona de ascenso a Segunda, mientras que el Krasnodar III, lleno de adolescentes, anda lejos en la tabla. ¿Algo es algo, no?

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Foto de portada: Вячеслав Евдокимов bajo licencia Creative Commons 3.0