Partido Polish Boyfriend: Dos clubes víctimas de la misma familia en un derbi capitalino


La capital de un estado gigante como Turquía no tiene ni un equipo en Primera. Cosas de una tierra donde la ciudad más potente, poblada y rica es otra: Estambul. Este año, Ankara tiene tres clubes en Segunda. Y dos de ellos juegan su derbi en esta jornada. Aunque para llegar a contar su historia, tenemos que dar un rodeo. En pocas ciudades el fútbol es así de caótico.

El club más grande de la ciudad sería el Gençlerbirliği, equipo que ganó el campeonato turco en 1941 y 1946 cuando aún no existía una liga unificada. Además, tiene dos copas: en 1987 y 2001. Y algunas aventuras en la Copa de la UEFA y la Europa League. El club, fundado por estudiantes que eligieron el negro y el rojo como sus colores, éste último por los prados de amapolas que tenían cerca del instituto, se ha convertido en un club ascensor con su destino unido al de la familia Cavcav. Una saga de origen kosovar que abandonó Pristina y se fue a Estambul en tiempos del Imperio Otomano. Y de aquí pasaron a Ankara siguiendo el poder, cuando esta urbe fue decretada capital del estado turco. Uno de sus hijos fue futbolista, Ilhan Cavcav. Una vez retirado, presidió un club llamado Hacettepe, al cual arruinó, y desde 1978 presidió el Gençlerbirliği con su estilo. Acusado de corrupción, fue capaz de dar de alta a 1.200 socios antes de una asamblea del club sólo para poder ganar por 1.000 votos. Muchos hinchas siempre han soñaron con perder de vista a Cavcac, aunque cuando esto sucedió no fue por su dimisión: falleció por una hemorragia cerebral a los 81 años en 2017. Ahora su hijo preside el club sin demasiado éxito y en 2020 bajaron a Segunda otra vez.

Kızılay Square, en Ankara, Turquía. Foto: Nedim Ardoga bajo licencia Creative Commons 3.0
Kızılay Square, en Ankara, Turquía. Foto: Nedim Ardoga bajo licencia Creative Commons 3.0.

Su eterno rival es el Ankaragücü. En la ciudad afirman que el Gençlerbirliği era un club más señorial y el Ankaragücü, más popular. El tópico dice que la hinchada del Gençlerbirliği es más de izquierdas y la del Ankaragücü, nacionalista. El club lo fundaron trabajadores de una fábrica de armamento de Estambul en 1910, aunque en 1919 la fábrica fue trasladada a Ankara y, con ella, algunos trabajadores que llegaron con el balón debajo del brazo. El Ankaragücü siempre intentó usar el poder político, al lado de casa, para poder crecer. En 1981, por ejemplo, el Ankaragücü brilló en la copa, eliminando al Besiktas y el Fenerbahçe, antes de derrotar al Boluspor en la final. El presidente del club, Sabri Mermutlu, se animó y antes de la final pidió que el club ascendiera a Primera para celebrar el centenario del nacimiento de Atatürk, el padre de la Turquía moderna. El hombre enterrado en Ankara, la ciudad que eligió como capital. Entonces Turquía había vivido un golpe de estado, en 1980. Y los generales se inventaron un «ascenso por méritos deportivos en la copa».

El Ankaragücü también ha recibido sanciones, ya que en su palco ha mandado mucho tiempo la familia Gökçek. El padre, Melih, alcalde de Ankara durante más de 30 años, sigue siendo el presidente honorario del Ankaragücü. Este político entendió cómo el fútbol era una buena arma política. En 1981, después del golpe de estado, cuando se permitió de nuevo a los partidos pugnar por el poder, se metió en movimientos nacionalistas e islamistas. Y llegó a la alcaldía de Ankara. En 1988, por ejemplo, compró el Hacettepe, el club presidido antes por Cavcav, en una reunión de socios organizada una noche en la que la mayor parte de socios no supieron que se votaba el destino del club. Lo bautizó con el nombre de Keçiörengücü, en honor a su barrio natal: Kecioren. Eso provocó una fractura social entre los hinchas del Hacettepe, que refundaron su club, y los nuevos del Keçiörengücü.

Anıtkabir, el mausoleo de Mustafa Kemal Atatürk, en Ankara, Turquía. Foto: Mardetanha bajo licencia Creative Commons 3.0
Anıtkabir, el mausoleo de Mustafa Kemal Atatürk, en Ankara, Turquía. Foto: Mardetanha bajo licencia Creative Commons 3.0.

Después, se fijó en un club llamado Ankaraspor fundado por trabajadores del ayuntamiento. Lo compró y fue presidente del club hasta que un decreto dictaminó que un alcalde no podía ser presidente de un club. Así que se convirtió en presidente de honor con su hijo como presidente. El equipo, sin apenas hinchas, llegó a Primera, aunque rápidamente los Gökçek decidieron que era mejor intentar comprar una de las entidades históricas de la ciudad. Así, el hijo del alcalde, Ahmet, abandonó la directiva del Ankaraspor convirtiéndose en presidente del Ankaragücü en 2009. Con él se llevó a muchos jugadores. El equipo, con dinero, subió a Primera. Aunque la gestión fue horrible con sueldos muy altos y deudas. Y entonces, la Federación dictaminó que las relaciones entre los dos equipos, Ankaragücü y Ankarspor, eran ilegales porque las mismas personas controlaban las dos entidades. Al final de la temporada 2008/09 se certificó el descenso del Ankaraspor acusando a los Gökçek de no respetar las normas de la liga (los dos clubes jugaban en Primera) y en la temporada 2009/10 sólo 17 equipos jugaron en Primera. El Ankaragücü se arruinó y acabó en Tercera. Uno de los clubes más viejos del país se hundió por culpa de la ambición de una familia, los Gökçek. Hace unos años, finalmente, el presidente de la cámara de comercio local, el empresario Mehmet Yiğiner, llegó a la presidencia del Ankaragücü y empezó a devolver deudas. El club volvió a Primera, aunque duró poco. Ahora anda en Segunda.

Este domingo 26, a las 17h, Ankaragücü (2º) y Keçiörengücü (15º) cierran la jornada 19 en la Segunda división turca.

Y esta semana el Ankaragücü juega un derbi de la ciudad con el Ankara Keçiörengücü. Correcto, los dos clubes que fueron víctimas de la ambición de los Gökçek. El Keçiörengücü sería el club fundado en su momento con el nombre de Hacettepe, el club que Cavcav dejó sin un billete en el bolsillo en los 80. Fundado en 1945 en uno de los barrios más viejos de la ciudad, Hacettepe, fue capaz de ser uno de los clubes fundadores de la Liga turca, ganando títulos regionales sobre otros clubes de la ciudad. En los años 60, empezaron los descensos, hasta caer a la Tercera División. Y después, ha pasado de mano en mano de tipos sin alma, como Cavcav y los Gökçek. En los 80 modificó su nombre a Keçiörengücü, y cuando Cavcav se largó siguió en manos de otros empresarios que lo han mantenido vivo sin demasiados hinchas. Ahora juega en un estadio de 4.000 personas que no se llena. Y ha conseguido el ascenso a Segunda gracias a la gestión del empresario Sedat Tahiroğlu, quien compró un club lleno de deudas y lo ha saneado gracias al dinero de las empresas de su esposa, hija de un millonario. Apasionado del deporte y gran nacionalista turco, Tahiroğlu afirma que le gustaría jugar con futbolistas turcos, promocionando una academia del club para formar jóvenes talentos.

El derbi de esta semana pues, enfrenta a dos clubes, Ankaragücü y Keçiörengücü, que fueron propiedad de la misma familia en diferentes periodos y acabaron arruinados. Ahora han vuelto por otras sendas. Uno con la grada llena, el otro no.

¿Ha costado seguir la historia de los clubes? Pues no hemos añadido que el otro Hacettepe, fundado por los hinchas, fue comprado a su vez por el Gençlerbirliği para que fuese su filial. Filial que subió a Primera y derrotó al primer equipo del Gençlerbirliği en un caso sorprendente. O como el Ankaraspor se convirtió en el Osmanlispor, club que llegó a Europa con el nombre de un Sultán de otros tiempos antes de desaparecer en Tercera. El fútbol de Ankara, siempre complejo, siempre politizado. Cosas de ser la capital.

 

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Foto de portada: Jorge Franganillo bajo licencia Creative Commons 2.0.