Partido Polish Boyfriend: El mejor año en la historia del Qarabag


Hace unas semanas, la plantilla del Qarabag llegó en autobús a la ciudad de Agdam. La ciudad donde se ha fundado el club, donde tiene sus raíces. Y también la ciudad de donde el club fue expulsado hace 25 años durante una guerra. Los futbolistas del equipo se sacaron fotos delante de las ruinas de la ciudad y visitaron el viejo campo del club, totalmente oculto bajo la maleza, mientras el presidente de la entidad anunciaba que ya se piensa en jugar un partido aquí cuando sea.

En 1993, durante la primera guerra del Alto Karabaj entre los armenios y los azeríes, los primeros conquistaron Agdam a pesar de que era una ciudad con pocos armenios justo en la frontera del Karabaj. Pero era la base del ejército azerí y ocuparon la ciudad en plena ofensiva victoriosa en los últimos meses de la guerra. La población civil local huyó como pudo y Agdam se convirtió en una ciudad fantasma, vacía. Donde se levantaba el estadio de fútbol sólo quedan restos de muros y hierba que ha crecido hasta ocultar el viejo césped. Y la mezquita de la ciudad, que era preciosa, es un edificio que se cae a pedazos. Aunque en todas partes el FK Qarabaq figura como club de Agdam, no ha jugado en esta ciudad desde 1993. Básicamente porque la ciudad era un montón de escombros controlado por los armenios. Hasta este año 2021, cuando en la Segunda Guerra del Alto Karabaj, Azerbaiyán ha recuperado Agdam. Mientras el mundo se planteaba cómo luchar contra un virus, en este rincón del mundo se libró una guerra donde los azerís recuperaron parte de las tierras que habían dominado los armenios desde 1993. El conflicto no ha acabado. Justo esta semana, tropas azerís han entrado en territorio armenio amenazando con complicar aún más la cosa. De momento, el presidente azerí se saca fotos delante de la mezquita de Agdam. Y los futbolistas del club, algunos de ellos nacidos después de la guerra y otros extranjeros que no saben muy bien de qué va la cosa, se sacan fotos en una ciudad destrozada que pronto empezará a ser reconstruida. Agdam recuperará la vida. Y en unos años, quizás, el Qarabag jugará de nuevo aquí.

Ruinas de la ciudad de Agdam. Foto: KennyOMG bajo licencia Creative Commons 4.0
Ruinas de Agdam, ciudad donde nació el Qarabag. Foto: KennyOMG bajo licencia Creative Commons 4.0

El origen del conflicto proviene de los últimos años de la Unión Soviética. Agdam se encuentra en la región del Nagorno-Karabaj, una zona dentro de Azerbaiyán pero de población mayoritariamente armenia. Ya en los primeros 20 años del siglo XX, armenios y azeríes habían protagonizado incidentes violentos en la zona y Agdam había visto una cruel matanza de civiles armenios en 1905. Cuando todo el mundo entendió que la URSS se rompía, armenios y azerís volvieron a los suyo. Si durante décadas habían sido compatriotas bajo la bandera roja, sacaron sus viejos símbolos, entre ellos los religiosos. Los armenios son cristianos, los azeríes musulmanes. Y los dos sentían como suyas las tierras del Nagorno-Karabaj, donde la población organizó un referéndum en 1988 para decidir que querían dejar de ser parte de Azerbaiyán. Si en la ciudad de Agdam los azerís eran mayoría, en la región, en general, había más armenios. Y estalló la guerra, de la que nació la llamada República de Artsaj, una zona controlada por los armenios no reconocida por nadie. Un vacío legal.

Durante años, Azerbaiyán se armó con el apoyo de su aliado natural, Turquía, pensando en volver. Atacó en 2021, aprovechando una de las típicas crisis política de los armenios, que tampoco habían modernizado su ejército estos años. En pocas semanas, los azerís, con el apoyo de milicianos islamistas venidos de Siria, recuperaron buena parte de las tierras. Cuando se firmó un alto el fuego, la zona controlada por los armenios en el Karabaj quedó muy reducida. Por eso el FC Qarabag pudo volver por primera vez en años a su ciudad, Agdam. Cuando marchó de ella era un club sin títulos, refugiado. Ahora es un gigante. El exilio, curiosamente, lo ha convertido en el mejor club del país.

Agdam, ciudad fantasma. Foto: w:User:Joaoleitao bajo licencia Creative Commons 3.0
Agdam, ciudad fantasma. Foto: w:User:Joaoleitao bajo licencia Creative Commons 3.0

El FK Qarabag fue fundado en 1951, en Agdam. En los tiempos de la Unión Soviética fue un club de categoría regional, que llegó alguna vez a Segunda, poco más. Cuando Azerbaiyán se proclamó independiente en 1991, el club fue seleccionado para jugar en la nueva primera división, aunque como Agdam estaba muy cerca del frente de guerra, jugaba en otras ciudades. En 1993, mientras algunos de sus socios e incluso su entrenador de la época, Allahverdi Bagirov, perdían la vida en la guerra, el club pudo ganar la liga por primera vez, pese a jugar lejos de casa. Una auténtica locura. El mismo año que su ciudad era conquistada por los armenios, el club de Agdam ganaba la liga de Azerbaiyán. Toda esta mística le ha dado al FK Qarabaq el estatus de club mártir, por el cual es muy querido en todo el país. Llevando a las gradas a refugiados de guerra, el club se convirtió en 1999 en el primer club azerí en ganar una eliminatoria europea, en la Intertoto ante el Maccabi de Haifa. Después ganó duelos de Europa League. Y llegó a debutar en la Champions. En 1993 el Qarabag empezó a jugar en Bakú, la capital, con el apoyo del grupo empresarial Azersun. Detrás se esconden empresarios vinculados al presidente azerí Ilham Aliyev, empresario acusado por diferentes ONG de no respetar los derechos humanos. Aliyev ha recortado libertades mientras usa el nacionalismo, y especialmente la lucha contra los armenios, para reforzar su discurso. El Qarabag, por tanto, ha sido una de las banderas de un estado cada vez menos democrático. El equipo se convirtió de alguna forma en el segundo club, o el primero, de todo el país. Por eso ha ganado las últimas siete ligas de forma consecutiva. Si esta temporada gana otra vez, llegaría a las 9 ligas en su palmarés y se convertiría en el club más laureado. Superando al Neftçi de Bakú, que también tiene 8 de momento.

Y esta semana los dos equipos se ven las caras luchando por el título. En juego, reinar esta temporada y también en el historial. Si el Neftçi recupera la corona, seguiría siendo el club con más entorchados, defendiendo su condición de club más histórico del país. Sin la guerra, quizás, el Qarabag jamás hubiera recibido tantos apoyos políticos y seguiría siendo un club regional. Y el Neftçi seguiría siendo el gran club local, como lo fue siempre. En los primeros años del siglo XX se fundó un club de fútbol en Bakú entre los ingleses que habían llegado en masa a esta ciudad en las orillas del Mar Caspio, pues Bakú siempre ha sido una de las urbes más importantes en el sector del petróleo. Bakú, un puerto perdido, se convirtió en una de las ciudades más activas cuando se descubrió petróleo y gas en el Mar Caspio. Y llegaron personas de medio mundo para transformar Bakú. Fueron años alocados.

Graffiti con el escudo del Neftçi, en Baku. Foto: Nicat49 bajo licencia Creative Commons 4.0
Graffiti con el escudo del Neftçi, en Baku. Foto: Nicat49 bajo licencia Creative Commons 4.0

Cuando los soviéticos controlaron la ciudad, cambiaron el nombre del club de fútbol creado por ingleses y nació el Neftçi, el club del petróleo según explica su mismo nombre, entidad que pasó a ser gestionada por el Ministerio de energía soviético. El Neftçi fue el único club azerí que competió bien en los años soviéticos. Acabó una vez tercero en primera y llegó a dos semifinales de Copa. Era el embajador de todo Azerbaiyán en un terreno de juego, jugando en un estadio lleno cada 15 días cuando llegaban los clubes de Moscú o Kiev. Nadie dudaba que con la independencia seguiría siendo el Rey, aunque pasó a ser mal gestionado por empresarios que lo usaron para ganar dinero, cuando todo se privatizó. Y otros clubes, como el Kapaz, le plantaron cara. Pese a todo, seguía siendo el mejor hasta que el dinero de Azersun llegó al Qarabag. Hasta que la escalada nacionalista de un gobierno que usa el deporte para promocionar su imagen, organizado el Gran Premio de F1 o los Juegos Europeos, usó el Qarabag para que fuera el gran representante del país. El club refugiado, el club amado, el club mártir. El club que pasó a tener más dinero que el Neftçi.

El Neftçi es una sociedad medio privada, medio pública, con dinero regional. Y en Bakú sigue siendo el club con más hinchas, aunque algunos de ellos han llegado a animar al Qarabag en el estadio cuando juega en Europa. O sea, es una rivalidad deportiva, aunque no social, pues el Qarabag siempre ha sido querido por casi todos. El gran derbi del Neftçi es con el Khazar Lankaran, el club de la principal ciudad del sur del país, rivalidad entre dos urbes grandes, que representan las dos mitades del país, la norte y la sur, con sus dialectos diferentes. En estos partidos sí se pueden ver porrazos en la grada. Cuando el Neftçi juega contra el Qarabag, es diferente. Aunque sea el duelo entre los dos clubes más victoriosos del país. Si el Qarabag gana la liga otra vez, ya mandará en el palmarés. Y sería el año en que ha vuelto a Qarabag.

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Foto de portada: Sefer azeri bajo licencia Creative Commons 4.0 International.