Partido Polish Boyfriend: El retorno por la puerta grande del derbi del norte de Francia


El derbi del norte es un secreto mal guardado en Francia. Muchos aún no saben de él, aunque se habla bastante. Se trata de uno de los derbis más sentidos, aunque los últimos años no se jugaba por culpa de los malos resultados del Lens, perdido en la segunda división. Aunque por fin lo tenemos de vuelta. Y por la puerta grande. El derbi Lens-Lille puede decidir la liga, pues el Lille le planta cara al PSG en esta emocionante Ligue 1. Y el Lens, el año de su retorno a Primera, busca volver a Europa.

Los dogos buscan su cuarto título de liga, el primero desde ese 2011 cuando, con Rudi Garcia en el banquillo, consiguieron el doblete. Ese 2011, con Hazard, Rami, Gervinho o Sow en el equipo, ganaron la liga, la copa y de paso vieron cómo su rival, el Lens, sufría un traumático descenso. Fue una jugada redonda para el Lille, que sonríe victorioso en el historial del derbi del Norte. Cosas de las divisiones políticas. Las dos ciudades no comparten la misma región, con Lens situado en Paso de Calais, y Lille, en el departamento del Nord. Aunque nadie duda que se trata de los dos grandes equipos del norte, pese a que en ocasiones el Valenciennes intenta sumarse a la fiesta. Muy cercanas, a la vez las dos urbes tienen almas diferentes. Lens siempre ha sido una ciudad minera. Rodeada de minas y con una alma más popular, más trabajadora, muy vinculada a la cultura de sus mineros. Lille es diferente, es una ciudad elegante, que se siente más urbana, donde vivían familias más ricas que en ocasiones controlaban las minas de la región. Por eso, a veces, la mirada hacía Lens de la gente de Lille suele ser despectiva. De gente de ciudad elegante hacía esos mineros sucios. Aunque en Lens, es todo lo contrario. Ser minero es un orgullo. Gracias a las minas Lens tiene personalidad, aunque las minas han cerrado hace mucho, claro.

Yilmaz está haciendo una gran temporada en el Lille. Foto: John Rainford/Focus Images Ltd
Yilmaz está haciendo una gran temporada en el Lille. Foto: John Rainford/Focus Images Ltd

Esta temporada el Lens ha vuelto por fin a Primera, acabando su triste periplo lejos de la Ligue 1, todo un golpe para la fiel hinchada sang-et-or. La leyenda dice que se eligieron estos colores porque en una de las iglesias de la ciudad quedaba un mural con los colores amarillo y rojo, herencia de los años en los que el norte de Francia fue controlado por España. Otros dicen que el rojo es por la sangre de los mineros y el amarillo, por el oro que se ganaba con el carbón. Sea como sea, el Lens siempre ha sido un club muy amado en toda la región. En los 60 el futuro ministro socialista André Delelis, entonces alcalde de la ciudad, ya apoyó al club para que llegara a Europa por primera vez. Y en 1988 llegó a la presidencia el empresario local Gervais Martel. Campeones de liga solamente en una ocasión, en 1998, el Lens invirtió mucho dinero para seguir ganando títulos. No lo consiguió, más allá de la copa del 1999 y el subcampeonato de liga del 2002. Con deudas, empezó a sufrir. Por Lens pasaron entrenadores famosos, como el mítico Guy Roux, el hombre que había pasado media vida en Auxerre, o Jean-Pierre Papin, aunque no evitaron que descendiese entre deudas a Segunda. En 2013, el Lens aceptó ser comprado por un excéntrico empresario de Azerbaiyán, Hafiz Mammadov. La cosa funcionó y el Lens pudo armar un buen equipo, ascendiendo en mayo de 2014. El problema fue que el Nancy, club que acabó cuarto, presentó una denuncia porque consideraba que el equipo norteño no había cumplido con sus obligaciones económicas. La clave era un pago de 10 millones de euros que Mammadov no había efectuado. El Presidente Gervais Martel afirmó que el máximo accionista tenía el dinero, pero no había llegado porque estaba de vacaciones en su país natal. Cuando Mammadov envió el dinero, resultó ser una garantía de fondos, no dinero en efectivo. El resultado fue caótico, el Lens empezó la temporada 2014-15 en Primera, jugando sus partidos fuera de casa ya que su templo, el Felix-Bollaert, estaba en obras por la Eurocopa, y en plena temporada supo que un juez decretó que su ascenso había sido ilegal. Por tanto, estaba destinado a descender aunque ganara la liga. Igualmente, el Lens acabó en zona de descenso y bajó entre manifestaciones de la afición contra Mammadov, quien, en más de un año, solamente apareció en el palco para ver algún partido en dos ocasiones.

Mammadov resultó ser un mal gestor, de esos que promete más de lo que tiene. Así, Martel buscó otro inversor y este llegó en 2016: el Atlético de Madrid. El club español se hizo con el 35% del accionariado del histórico club francés a finales del pasado mes de mayo a través de una empresa con sede en Luxemburgo llamada Solferino controlada por el empresario Joseph Oughourlian, propietario de la mayor parte de las acciones del Lens desde entonces. Y él se ha encargado de devolver al Lens a Primera, asumiendo en 2018 el cargo de presidente relevando a Martel. Oughourlian es de origen armenio. Sus antepasados escaparon del genocidio armenio llegando a el Líbano. Y en los 70 viajaron hasta París escapando de la violencia que sufría este país. Si el padre era un prestigioso cirujano, el hijo estudió en Londres y Nueva York apostando por fondos de inversión. Ahora, tiene un pequeño imperio bajo la marca Amber Capital que controla clubes de fútbol, pues también ha invertido en el Padova italiano, medios de comunicación como Prisa en España o empresas de nuevas tecnologías. Pese a que el retorno a la Ligue 1 se vio amargado por el coronavirus, el Lens ha vuelto con un proyecto interesante que aún aspira a jugar en Europa. Y de paso, en amargar un poco a su vecino, un Lille que quiere la liga.

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Para el Lille, poder ganar la liga por delante del PSG sería una locura. El Lille nació justo después de la Segunda Guerra mundial cuando dos clubes de la ciudad se fusionaron. La ciudad de Lille fue destrozada tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial al ser una urbe importante en una zona de fronteras. Después de la Segunda Guerra Mundial, por tanto, se decidió unir los clubes en una ciudad destruida para unir fuerzas. Y así fue, ya en los 50 el Lille era un club con capacidad de competir por ganar títulos. Aunque en los 70, después de una crisis, el alcalde de la ciudad Pierre Mauroy decidió que el club fuese una sociedad mixta, con participación privada y parte pública del ayuntamiento, para evitar la bancarrota. En los 90, el Lille ya sería privatizado del todo, competiendo casi siempre bien en la Ligue 1 en los años con el productor de cine Michel Seydoux como presidente, del 2002 al 2015. En 2016, el Lille fue comprado por Gerard Lopez, hombre de negocios de Luxemburgo que fichó al exdirectivo del Barça Marc Ingla com CEO y Marcelo Bielsa de entrenador. Bielsa no funcionó, aunque el Lille ha ido jugando en Europa, pero finalmente en 2020 Lopez decidió vender el club, porque tenía deudas, a un grupo empresarial llamado Merlyn Partners que ha puesto en el timón del club al exdirector general del PSG Olivier Létang. Cosas de la vida, una nueva directiva que llegó en diciembre puede cosechar los éxitos de la anterior si gana la liga. Y Létang lo puede hacer delante de su anterior club, el PSG.

Aunque para ello, les toca ganar el derbi del norte. Y el Lens quiere ir a Europa. Pero por encima de todo, evitar una fiesta del Lille. Ni al Lens ni al Lille les gusta el PSG. Aunque prefieren que ganen los parisinos a que ganen sus vecinos.

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Foto de portada: Paul Chesterton/Focus Images Ltd.