Partido Polish Boyfriend: Una isla dividida, una ciudad dividida, un club dividido


En 2020, el APOEL sabía que le tocaría perder la corona. Campeón de Chipre siete temporadas consecutivas, del 2013 al 2019, el club de Nicosia había levantado 10 de las últimas 13 ligas. Aunque ese año algo no funcionaba. Y llegó el Covid-19. La liga finalizó sin campeón y la hinchada del APOEL respiró un poco. No les duró la alegría. Después de años de brillar en Europa, llegando a unos cuartos de final de la Champions, las deudas empezaron a azotar al club. Y la temporada 2020/21 el campeón sufrió una humillación sin precedentes. En vez de luchar por la liga, acabó la fase regular en la parte baja de la tabla. En Chipre, las últimas temporadas funciona un formato similar al escocés, pues se divide la tabla en dos grupos, por la mitad. Uno luchará por la liga y los puestos europeos, otro para evitar el descenso. El APOEL acabó la temporada en este grupo. Además, el nuevo campeón de liga fue su eterno rival: el Omonia de Nicosia.

El derbi Omonia-APOEL es de los más calientes de Europa. Un derbi que divide una ciudad a su vez, dividida. En Nicosia, cruzas un arco metálico y dejas un estado para entrar en otro. La famosa línea verde pasa por el medio de Nicosia, dividiendo la isla en dos. Al norte, la zona turca no reconocida por nadie. Al sur, la zona griega. O sea, el estado reconocido de Chipre. Cuando en 1960 Chipre logró la independencia del Reino Unido, la mayor parte de la población, griega, prefería unirse con Grecia, lo que los griegos definen como “enosis “. En 1959, el 90 % de los votantes en un referéndum lo hacían a favor de esta “enosis” (unión) con Grecia. Pero como la isla tenía un 30% de la población turca a los que no les hacía ninguna gracia pasar a ser ciudadanos griegos, la Comunidad Internacional optó por crear la República Independiente de Chipre. Nadie acabó contento, pues los griegos preferían ser parte de Grecia y los turcos eran minoría. En 1974, estalló la guerra y el ejército de Turquía aprovechó como excusa un golpe de estado de militares nacionalistas griegos contra el presidente legítimo, el arzobispo Makarios, para invadir la mitad noreste de la isla. Y así sigue Chipre, dividida en dos. La República turca del Norte de Chipre es uno de esos agujeros diplomáticos de Europa. Una zona que sobrevive gracias al apoyo de Turquía, pues nadie más los reconoce. La legalidad internacional defiende que toda la isla debe ser un solo país independiente, aunque todos los intentos de liderar iniciativas de reconciliación no funcionan.

Aficionados del Omonia Nicosia en un encuentro ante el RB Salzburgo. Foto: Werner100359 bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported
Aficionados del Omonia Nicosia en un encuentro ante el RB Salzburgo. Foto: Werner100359 bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported

Los turcos del norte de la isla, por tanto, viven medio aislados, olvidados. Con una liga de fútbol no reconocida por la UEFA. Los griegos del sur de la isla tienen su propio estado. Y muchos le han pillado el gusto de ser así, independientes, así que tampoco se vuelven locos insistiendo ser parte de Grecia, conscientes de que la comunidad internacional lo consideraría un paso adelante muy peligroso tensando las relaciones con Turquía. Y la frontera sigue allí, en medio de Chipre. En medio de Nicosia.

Y la Nicosia griega, a su vez, vive dividida. A nivel deportivo y político, con el derbi entre el APOEL y el Omonia. Todo empezó en 1926, cuando un grupo de jóvenes nacionalistas griegos de Nicosia fundaron el APOEL, unas siglas que quieren decir “Club Atlético de Fútbol de los Griegos de Nicosia”. Ya desde su nacimiento, el APOEL se declaraba griego para diferenciarse de la comunidad turca. El APOEL se convirtió en una de las sociedades más relacionadas con el nacionalismo griego. Por ejemplo, en 1955 Michal Karaolis, un socio del APOEL, asesinó a un policía en plena calle. Pocos días después fue detenido por ser militante del EOKA, una organización armada que intentaba expulsar a los británicos de la isla. Karaolis fue ejecutado y su rostro aún se puede ver en algunas banderas de los aficionados de su club.

Pero antes, en 1948, se produjo la división. Grecia vivía esos años su guerra civil, entre comunistas y conservadores con el apoyo de Estados Unidos. Y la directiva del APOEL mandó desde Chipre una carta a Atenas dando su apoyo al gobierno conservador. Este acto se consideró un claro posicionamiento por parte de muchos hinchas del APOEL que se declaraban comunistas. Así que se dieron de baja y fundaron su propio club, el Omonia. Aún hoy el derbi es uno de los más calientes de Europa, con dos masas sociales polarizadas. Los hinchas radicales de los dos equipos no ocultan su posicionamiento político. En la grada verde del Omonia se ven banderas del Che o la Unión Soviética. En las gradas del APOEL, se han llegado a ver banderas nazis. Incluso los ultras del club protagonizaron incidentes graves como visitar el campo de concentración de Auschwitz, antes de un partido en Polonia, gritando consignas nazis.

Aficionados del Omonia Nicosia en un encuentro ante el RB Salzburgo. Foto: Werner100359 bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported.
Aficionados del Omonia Nicosia en un encuentro ante el RB Salzburgo. Foto: Werner100359 bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported

Los hinchas del Omonia se sintieron los mejores en los años 70 y 80. Entre los años 1971 y 1987, el Omonia ganó 13 de las 16 ligas disputadas. Aunque los últimos 20 años lo ha pasado mal. En 2010 ganaron la liga, aunque el presidente Miltiadis Neophytou gastó tanto que dejó la entidad al borde de la bancarrota. Los aficionados, diseminados por medio mundo, porque los chipriotas han sido pueblo emigrante, llegaron a iniciar una campaña para salvar el club que recolectó más de dos millones. Aunque no era suficiente para que el Omonia pudiera competir contra un APOEL que ganaba la liga cada año. Hasta que llegó Stavros Papastavrou. Este hijo de Nicosia había emigrado a Estados Unidos en los años 70, creando una empresa de construcción que ha ido creciendo. Ahora es millonario y decidió invertir en su isla, viviendo entre Nueva York y Nicosia. Una de sus ideas fue comprar el Omonia, aunque para hacerlo se debió crear una nueva empresa que gestiona el equipo de fútbol, que ha pasado a estar desvinculada del Omonia, la sociedad polideportiva propiedad de los socios. En una hinchada de izquierdas, el gesto provocó un divorcio. Muchos hinchas afirmaron que jamás animarían al equipo de fútbol pues se habían destrozado los valores del club convirtiéndolo en una empresa. Otros valoraron que Papastavrou, quien ha sido denunciado por injurias por afirmar que muchos jugadores aceptan dinero de rivales, pusiera de su bolsillo el dinero para devolver los más de cinco millones de deudas del club. Sea como sea, el Omonia ganó la liga en 2021 gracias a Papstavrou, el empresario con sede en Estados Unidos que preside un club históricamente relacionado con el comunismo.

Aunque en Chipre, ya se sabe, todo se divide. En una ciudad dividida, donde un derbi divide la parte griega, uno de estos clubes, el Omonia, se ha dividido. Los hinchas que no aceptaron la llegada de Papastavrou decidieron fundar su propio club, un club de gestión popular, propiedad de la afición. En verano del 2018 nació el Omonia 1948, con los ultras del grupo Gate-9 liderando la idea. Los ultras habían intentado conseguir una victoria en la asamblea de socios del Omonia defendiendo que su entidad no podía pasar a ser una empresa privada, aunque perdieron. Por eso eligieron crear su propio club, que empezó en quinta división. Cada temporada, ha ascendido, con unas medias de entre 4.000 y 5.000 hinchas en las gradas. Cuando ascendieron a Tercera, la Federación les obligó a buscar otro nombre pues el suyo se parecía demasiado al del Omonia propiedad de Papastavrou, así que lo rebautizaron como Omonia 29 de mayo. La fecha de fundación del Omonia original en 1948. Este año debutan en Segunda. Y han empezado fuertes, liderando la tabla. Para asumir el reto del fútbol profesional, han optado por la fórmula alemana. El 51% del club siempre será de los hinchas, aunque el 49% restante es para inversores, que entran sabiendo los valores del club: El antifascismo y el antiracismo, presente en los estatutos originales.

Sábado 16 de octubre, 14:30h, Omonia 29th May-Xylotympou

Esta jornada, el Omonia 29 de mayo juega contra el Xylotympou. Otro club que nos sirve para hablar de las heridas de una tierra compleja, Chipre. Cuando los británicos aceptaron dejar de mandar en Chipre, no cedieron la isla entera. Se quedaron, con el apoyo de la comunidad internacional, dos enclaves para ellos: los territorios de Akrotili y Dhekelia, enclaves con bases militares controlados por un administrador militar nombrado por la Corona. Casi el 10% del territorio sigue en manos británicas, diezmando el territorio y convirtiendo el sur de la isla en una galimatías de fronteras. Incluso cuatro poblaciones quedaron rodeadas por la zona controlada por los británicos, una de ellas, Xylotympou. O sea, cuando el equipo de esta población de 4.000 ciudadanos quiere ir a jugar fuera de casa, debe cruzar dos fronteras. Una para entrar en territorio británico y otra para volver a territorio de Chipre. Una isla compleja, dividida. Tanto por fronteras como por rivalidades. Si el Omonio 29 de mayo asciende, por ejemplo, una hinchada antes dividida se vera la caras. Una hinchada que este 2021 celebró la liga en Primera, por un lado, y el ascenso a Segunda, por el otro.

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Foto de portada: Werner100359 bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported.