¿Podrá Fernando Santos conseguirlo otra vez?
Rui Patrício, Vieirinha, Pepe, Ricardo Carvalho, Raphäel Guerreiro, Danilo Pereira, João Moutinho, André Gomes, João Mário, Nani y Cristiano Ronaldo. Con este once, Portugal comenzó la Eurocopa 2016. Un equipo que hasta el más optimista de los portugueses dudaría en señalar como uno de los candidatos al título. El Mundial de dos años antes había sido un fracaso: Portugal había quedado fuera en la fase de grupos y había visto cómo Estados Unidos y Alemania llegaban a los octavos de final. En el banquillo de la selección aún estaba Paulo Bento, que daría paso a Fernando Santos en septiembre de 2014.
Las expectativas con la selección de Fernando Santos en la Eurocopa de Francia no eran de conseguir el título, ni mucho menos. Las grandes favoritas eran Les Bleus de Didier Deschamps, que jugarían en casa, y Die Mannschaft de Joachim Löw, actuales campeones del mundo. La afamada generación belga llegaba con grandes nombres, al igual que la España de Vicente del Bosque, con la constelación que alcanzó la cima del continente y del planeta, pero ya desmoralizada tras el Mundial de Brasil. Más abajo estaban la Italia de Antonio Conte, la Inglaterra de Roy Hodgson y la Portugal de Fernando Santos, sobre todo por tener a Cristiano Ronaldo, que acababa de ganar la Champions League con el Real Madrid.
Se esperaba que Portugal pasara su grupo, formado por Islandia, Austria y Hungría, sin demasiados problemas. Pero desde el principio, la práctica resultó más difícil que la teoría. Portugal no pudo ganar ni un solo partido. Tres empates, incluido un partido épico contra los húngaros con un Cristiano Ronaldo monumental, aseguraron la clasificación a los portugueses con el tercer puesto de su grupo.
En la fase eliminatoria, Cédric Soares, José Fonte, William Carvalho, Adrien Silva y Renato Sanches ya figuraban como titulares. Santos se aprovechó del centro del campo formado por Jorge Jesús en el Sporting, que por poco no se proclamó campeón de la liga portuguesa en la 2015-16, y se apoyó en el juego de William, Adrien y João Mario. Renato Sanches, la gran revelación de la temporada del Benfica, hizo un espléndido partido contra Croacia en octavos de final y se ganó el puesto completando el centro del campo. En la defensa, Rui Patrício y Pepe eran magníficos; en la delantera, Ronaldo y Nani mostraban una gran química y Quaresma era una excelente opción como revulsivo.
El final lo conocemos todos; Portugal ganó la Eurocopa con una sola victoria, -2-0 contra Gales- en el tiempo reglamentario. Por lo demás, hubo seis empates; dos victorias en la prórroga y una en la tanda de penaltis. A lo largo de la competición, la prensa europea criticaba a los portugueses por su juego ultraconservador y por la forma en que avanzaban en la competición. Eran las mismas críticas que también se dirigían al Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, que había llegado a la final de la Champions League de ese año. El triunfo del Leicester City en la Premier League parecía corroborar el auge del fútbol reactivo en 2016. “No me importa en absoluto ser un patito feo o un calimero”, dijo Fernando Santos tras vencer a Gales en la semifinal. “Lo que me interesa es llegar a la final y ganarla. ¿Me gustaría ser bonito? Sí, me gustaría. Pero entre ser bonito y estar en casa y ser feo y estar aquí… prefiero ser feo”.
A medida que Portugal avanzaba en la competición, los aficionados llegaban a Francia en vuelos repletos de camisetas y banderas lusas. Mientras sobrevolaban la Península Ibérica, entonaban canciones que quedarían grabadas en la memoria de los portugueses, como: “Poco importa, poco importa, si jugamos bien o mal, lo que vamos a hacer es llevarnos la copa, para nuestro Portugal”.
El título cambió el estatus de Portugal. Cómoda en el papel de underdog, la selección sería ahora observada por los adversarios, los medios y los propios portugueses con una mirada distinta. Las expectativas para el Mundial de Rusia ya eran más altas y la eliminación contra Uruguay en los octavos de final fue tratada como una gran decepción. El título de la Nations League en 2019, sin embargo, sirvió para asentar a Portugal como una de las mejores selecciones del mundo. Ahora que llega el momento de revalidar el título de la Eurocopa, la confianza es tremenda. Portugal es, para muchos, junto con Francia, la gran favorita al título. João Cancelo, Rúben Dias, Sérgio Oliveira, Bernardo Silva, Bruno Fernandes, João Félix, Diogo Jota y André Silva son algunos de los mejores jugadores del continente que se unen a los ya campeones de Europa Rui Patrício, Pepe, Guerreiro, William, Danilo y Ronaldo.
“(Portugal) está en un grupo tan difícil, en el que si me dijeras que Portugal va a ser eliminada, no me sorprendería”, escribió el polémico José Mourinho en su columna en The Sun. “Jugamos contra Francia en Francia, contra Alemania en Alemania y contra Hungría en Hungría. Así que es una situación increíble, pero si seguimos adelante, somos capaces de llegar hasta el final”, añadió. Fernando Santos, a pesar de la extrema dificultad del grupo, discrepó del Special One y reforzó su confianza en sus jugadores. “Vamos a ir allí a ganar, y luego veremos lo que ocurre a medida que avanza el torneo”, afirmó. “Tengo mucha confianza en mis jugadores y me voy con la convicción de que Portugal es candidato”.
La gran pregunta, sin embargo, sigue siendo si Santos, con la calidad que tiene en sus jugadores de ataque, adoptará un estilo más expansivo, o seguirá con su enfoque conservador. Una muestra de ello fue el partido de la Nations League de noviembre contra Francia. La Seleção alineó un doble pivote muy defensivo con Willian y Danilo e introdujo cuatro jugadores de ataque: Bruno Fernandes, Bernardo Silva, Joao Félix y Ronaldo. Sin embargo, la postura del equipo fue muy criticada. El resultado fue un 0-1 para Les Bleus en el Estádio da Luz. Portugal pareció respetar en exceso a los franceses.
Todo indica que Santos, a pesar del arsenal del que dispone, no renunciará a su estilo. Lo cual no sería absurdo; al fin y al cabo, Didier Deschamps nunca ha renunciado a su forma de jugar y llegó a la final de la Eurocopa en 2016 y al título mundial en 2018 jugando a su manera. Santos y Deschamps, los seleccionadores más maquiavélicos del continente, son los grandes aspirantes al título más importante de Europa. Santos tiene mejores piezas para alcanzar el título europeo que las que tenía en 2016; los medios que utilizará para llegar a su fin, sin embargo, importan poco, como cantaba la feliz afición portuguesa en aquel verano francés.
Lista definitiva de Portugal para la Eurocopa 2020 (26 futbolistas):
Porteros: Anthony Lopes (Lyon), Rui Patrício (Wolverhampton), Rui Silva (Granada).
Defensas: João Cancelo (Manchester City), Rúben Dias (Manchester City), José Fonte (LOSC Lille), Raphael Guerreiro (Borussia Dortmund), Nuno Mendes (Sporting CP), Pepe (Porto), Nélson Semedo (Wolverhampton)
Centrocampistas: William Carvalho (Betis), Danilo (Paris), Bruno Fernandes (Manchester United), Gonçalo Guedes (Valencia), João Moutinho (Wolverhampton), Rúben Neves (Wolverhampton), Sérgio Oliveira (Oporto), João Palhinha (Sporting CP), Pote (Sporting CP), Renato Sanches (LOSC Lille), Bernardo Silva (Manchester City)
Delanteros: João Félix (Atlético de Madrid), Diogo Jota (Liverpool), Cristiano Ronaldo (Juventus), André Silva (Eintracht Frankfurt), Rafa Silva (Benfica).
Foto de portada: Paul Chesterton/Focus Images Ltd.