Samson Akinyoola, el «Búfalo» beninés que brilla en Sudamérica


El ambiente era festivo en la mañana del 24 de diciembre en el Estadio Nacional de Lagos. Liameed Gafar, presidente del 36 Lion FC, decidió organizar un partido amistoso entre los “Diaspora Lions” y los “Home Based Lions”. El 36 Lion es un equipo de la National Nationwide League, la tercera división nigeriana, “creado para educar, desarrollar y promover a los jóvenes futbolistas de Nigeria“, como señala en su página web. En los últimos años, salieron de su cantera jugadores importantes como Peter Olayinka, actualmente en el Sparta Praha, e Imoh Ezekiel, ex de Las Palmas y ahora en el Al-Dhafra de Emiratos Árabes Unidos. Más recientemente, Quadry Liameed ha llegado a las inferiores del Villareal y Ade Oguns ha fichado por el Caracas. En el partido conmemorativo en vísperas de Navidad, no pudieron asistir todos los jugadores formados en el club y repartidos por todo el mundo. Los más destacados de los presentes eran Junior Ajayi, del Al-Ahly, Ibrahim Sunusi, del Montreal FC, y Samson Akinyoola, que llegó junto a Oguns a Venezuela a principios de año para jugar en el Caracas. Pasados unos meses, Akinyoola dejaba la capital venezolana con destino a Lagos para pasar sus vacaciones tras haber hecho historia en su corta estancia en Sudamérica. Ahora conocido como “El Búfalo”, el delantero de 21 años marcó 20 goles y dio ocho asistencias en 38 partidos esta temporada. Fue el máximo goleador de la liga venezolana. Además, fue elegido Mejor Jugador y Mejor Extranjero de la competición en la premiación de El Mundo es un Balón. En el césped del Estadio Nacional de Lagos sonreía con otro trofeo en sus manos: el de “Diaspora Lion of The Year”, que ganó por ser el jugador formado por el 36 Lion más destacado en el año 2021.

Samson Olanrewaju Akinyoola (Porto-Novo, 2000), sin embargo, no nació en Nigeria. Hijo de padre nigeriano y madre beninesa, Samson vino al mundo en la capital de Benín, Porto-Novo. “Me siento a la vez beninés y nigeriano porque mis padres son de ambos países”, dice ahora, de vacaciones con su familia en Nigeria tras su primera gran temporada como profesional.

Con sólo 21 años, Akinyoola ya tiene mucha experiencia: ha vivido en cuatro países y en tres continentes. Después de hacerse un nombre en el 36 Lion, el delantero, que entonces tenía 19 años, tomó un camino inusual: se fue a las categorías inferiores del DAC 1904 Dunajská Streda, un equipo muy seguido por la comunidad húngara en Eslovaquia. “Fui a través del scouting“, recuerda. “Mi agente vino a Nigeria y me vio jugar. Dijo que estaba interesado en llevarme a Europa, y me llevó a Eslovaquia”. Tras una cesión de cinco meses en la que no destacó, Samson volvió a Nigeria, lo que, a diferencia de su presente regreso a casa tras brillar en Sudamérica, fue seguramente visto como un fracaso. Por mucho amor que tengan las familias africanas por los jóvenes que abandonan el continente para ir a Europa a jugar al fútbol, no se espera que vuelvan; al menos no pronto, y menos aún después de no haber triunfado.

Pero así fue. Cosas de la vida, Akinyoola ni siquiera tuvo tiempo de jugar profesionalmente en Nigeria: al cabo de un par de meses, en septiembre de 2019, le surgió la oportunidad de volver a Eslovaquia, ahora para el primer equipo del FK Senica. La ciudad está a 100 km al norte de Dunajská Streda, cerca de la frontera con la República Checa. En la temporada 2019/20 había muchos extranjeros en la plantilla, como el ghanés Kwaku Bonsu Osei, el nigeriano Ade Oguns y el venezolano Luis Ramírez. Pronto, el cuarteto volvería a reunirse; en Caracas. ¿Raro? No tanto. Philip Valentiner, propietario del gigante venezolano, “tiene nexos con el Senica, por lo que el flujo de futbolistas entre estas instituciones es habitual en los últimos tiempos”, señala la AFP. De hecho, el otro gran protagonista del equipo la temporada pasada junto a Akinyoola, Richard Celis, también pasó por el conjunto eslovaco.

Onsu y Ramírez llegaron al club en enero de 2020. Un año después, surgió la posibilidad de incorporar a Oguns y Akinyoola. Los dos, por cierto, habían jugado juntos en Lagos en el 36 Lion. Ambos tienen el mismo agente, el inglés Cem Sagar. “Mira”, dijo Valentiner a Noel Sanvicente, el entonces entrenador del Caracas. “Tengo unos chamos“. El técnico no rechazó la idea. “Tráelos y vemos”, le dijo. “Philip apostó”, contó Sanvicente en una entrevista. “Han mejorado muchísimo y tienen unas ganas enormes de seguir mejorando”. Y efectivamente, la evolución, al menos de Akinyoola, fue notoria: había marcado cinco goles en el año y medio que estuvo en Eslovaquia; en los diez meses en Venezuela, marcó el cuádruple.

Tres africanos en la plantilla de un club sudamericano. Algo insólito, como mínimo. En el Caracas se esperaba poder repetir el éxito que tuvo el centrocampista ghanés Ibrahim Salisu, que jugó en el club en los 90, acumulando más de 140 partidos y 50 goles. Antes de partir rumbo a Venezuela, Samson llamó a Osei, que llevaba ya un año allí. Las recomendaciones del ex compañero de equipo fueron positivas. “Decidí ir porque sabía que el equipo al que iba era el más grande de Venezuela”, explica. “Y daban oportunidades a los jóvenes para mostrar su talento”. El cambio, sin embargo, no fue sencillo: “No fue fácil adaptarse en Sudamérica, sobre todo por la barrera del idioma”, dice Akinyoola. “Pero el entrenador me ayudó mucho y me hizo sentir como en casa”. La admiración por el “Chita” Sanvicente es impresionante. Pero está justificada. El entrenador creyó en los jugadores y fue clave en su evolución. Él mismo admite que al principio hubo muchos cuestionamientos cuando apostó por ellos. “Me decían: cónchale, Chita, ¿qué pasó? Fallan muchos goles. Yo hablé entonces bien claro: lo importante es que están generando ocasiones”. Y, al final, el entrenador fue recompensado. La temporada fue casi perfecta, el título de liga se perdió en la tanda de penaltis de la final contra el Deportivo Táchira de Juan Domingo Tolisano. Sanvicente ha dejado el mando del equipo, pero la gratitud de Samson hacia él será eterna. “Me ayudó mucho tanto en el terreno de juego como fuera de él”, admite. “Es como un padre para mí. No habla inglés, pero me hizo lo que soy hoy y lo admiro mucho”.

Pese a la catastrófica situación política, económica y social del país, que cuenta con millones de refugiados en todo el mundo, Samson, a parte del idioma, se ha adaptado rápidamente a Venezuela. “No me ha sorprendido”, comenta. “He visto muchas cosas de este tipo antes”, explica el joven, que pasó su infancia en Lagos. “Mi vida en Caracas es buena, tengo la ayuda del cuerpo técnico y de mis compañeros de equipo, mis amigos africanos. Everything is going fine“.

Uno de sus jugadores favoritos es Romelu Lukaku. Con su 1,70 m de altura, no se parece físicamente al colosal delantero de origen congoleño, pero con una estructura corporal robusta Samson, así como el belga, destaca por su potencia; le gusta recibir balones en profundidad a la espalda de la defensa rival. Siempre jugando como el hombre más adelantado en el sistema de Sanvicente, esto no le impedía mostrar su calidad al retroceder y participar en la construcción de las jugadas. Es un jugador al que le gusta participar en el juego. En ese aspecto también se parece al delantero del Chelsea. Pero aún más a su otro ídolo, este, nigeriano: “Obafemi Martins”, que también mide 1,70 m. Samson sueña con seguir sus pasos y brillar en Europa. “Tengo muchos planes para el futuro”, revela. “Quiero ser el mejor jugador africano en el mundo”.

Una convocatoria con la selección nacional de Benín parece una cuestión de tiempo. Michel Dussuyer, el seleccionador francés, no tiene un nombre fiable en ataque que no sea Steve Mounié, delantero de 29 años vendido por 13 millones de euros al Huddersfield Town tras marcar 14 goles en la Ligue 1 en la temporada 2016/17, y que ahora juega en el Brest. Hay grandes expectativas de que Akinyoola esté en la próxima convocatoria. Sería más asequible jugar para el país de su madre que para el de su padre. En el ataque de Nigeria la competencia es feroz: Ahmed Musa, Victor Osimhen, Umar Sadiq, Kelechi Iheanacho, Emmanuel Dennis y Odion Ighalo son algunos de los delanteros de las Black Eagles.

Pero tras su magnífica temporada en Venezuela, se ha hablado incluso de la posibilidad de que Akinyoola se nacionalice venezolano. No hace mucho tuvimos el caso del camerunés Marc Enoumba, cuya historia contamos aquí, que se nacionalizó boliviano y ahora es internacional por el país. “No puedo decir nada al respecto”, dice Samson. “Pero si me quieren pueden hablar con mi agente. Hasta ahora nadie nos ha contactado”. Para que esto ocurra, sin embargo, Akinyoola tendría que permanecer en el país durante algún tiempo, lo que parece poco probable. En los últimos días se ha informado de que clubes de la MLS y de la Liga MX están interesados en el futbolista, que dice no saber aún dónde jugará la próxima temporada. “Si llega una oferta muy buena por algún jugador que tengamos actualmente en la plantilla la evaluaremos”, indicó Mea Vitali, directivo del Caracas, en una entrevista. “Pero tiene que ser muy buena. La verdad es que la intención es que esos jugadores jueguen la Copa Libertadores, mostrarlos a nivel internacional, competir y ser competitivos a nivel internacional”, sentenció. “Para mí es un sueño jugar contra los mejores equipos de Sudamérica en la Copa Libertadores”, asegura Akinyoola, que también podría hacerlo en un club de una liga más potente del continente.

En 2021 el Caracas no llegó a jugar la fase de grupos de la competición. Después de superar al Universidad César Vallejo de Perú en el primer play-off, fue eliminado por el Junior de Barranquilla tras perder 1-2 en Venezuela y 3-1 en Colombia en el segundo. Akinyoola marcó los goles del equipo en ambos partidos. Si se queda en Caracas, jugará su primera Libertadores, ya que con el subcampeonato el conjunto de la capital se ha asegurado directamente un puesto en la fase de grupos de la próxima edición. Gran parte de ello se debe a él, el principal nombre del equipo esta temporada. ¿Cómo se siente uno al ser el mejor jugador de la liga en su primera temporada en un nuevo país? “Me siento muy bien y honrado”, afirma con parsimonia. “Creo que trabajo mucho para ello”.

Al brillar en las categorías inferiores de la selección de Benín, Samson Akinyoola se ha ganado las comparaciones con Razack Omotoyossi, uno de los mejores delanteros que ha tenido la selección y que sumó 21 goles en 58 partidos como internacional. “Desde Razack Omotoyossi, Benín ha sufrido para encontrar un delantero que juegue en profundidad. Akinyoola tiene velocidad, regate, desborde y finalización, características que podrían convertirlo en el ‘Omogoal‘ 2 si sigue trabajando”, aseguraba Beninwebtv en 2018. Akinyoola y Omotoyossi tienen más en común que la capacidad goleadora y el estilo de juego: ambos nacieron en Nigeria y jugaron en la selección de Benín (Samson aún no en la absoluta), y ambos fueron máximos goleadores en una liga extranjera a una temprana edad. Omotoyossi (22) de la liga sueca con el Helsingborg, en 2007, Akinyoola (21) de la venezolana con el Caracas, en 2021. Pese a un inicio prometedor, el primero no cumplió con las expectativas puestas en él; nunca más alcanzó las dobles cifras en una temporada durante el resto de su carrera. Akinyoola acaba de iniciar su trayectoria y todo indica que superará con creces a su compatriota. A ver dónde recalará El Búfalo.

Apoya los contenidos en MarcadorInt y conviértete en un mecenas del proyecto a través de Patreon. Puedes apuntarte aquí.

Foto de portada cedida por el futbolista a MarcadorInt.