Suiza retrata a la Francia más terrenal


En un partido vibrante, con hasta seis goles y una prórroga incluida, Suiza resurgió para forzar los penaltis y eliminar a la gran candidata al título. Sommer adivinó el penalti de Mbappé y la vigente campeona del mundo cayó en octavos de final, pese a remontar el tanto inicial de Seferović con un doblete de Benzema y un precioso gol de Pogba.

Francia 3 (4) (Benzema 57′ y 59′, Pogba 75′)

Suiza 3 (5) (Seferović 15′ y 81′, Gavranović 90′)

Francia vs Suiza - Football tactics and formations

Como se venía especulando, Deschamps agitó su once y el dibujo ante las dudas de Lucas Hernández y Koundé, junto a la ausencia confirmada de Digne. La alternativa del técnico francés, finalmente, consistió en replicar el dibujo helvético. Regresó Pavard al carril derecho y Rabiot ocupó de inicio la posición de carrilero izquierdo. Lenglet formó tridente defensivo junto a Varane y Kimpembe. La formación suiza fue idéntica a la que venció a Turquía (3-1). Widmer se impuso a Mbabu en el lado diestro y Zuber tuvo continuidad, desde lado zurdo, después de las tres asistencias que repartió frente a los otomanos.

En principio, la gran baza helvética parecía atacar el lado de Rabiot, dado que los centrales tenderían a abrirse para guardar cobertura al centrocampista de la Juventus. Con lentitud, espesor y poca brillantez en la elaboración, algo habitual, Francia se vio superada -además- en el primer caramelo de Zuber. Lenglet perdió la referencia de Seferović, sin apenas disputar el salto, y el nueve suizo se encargó de anotar el primero. El blindaje de los tres centrales recibió el primer golpe que obligaba a los bleu a ir a contracorriente y a armarse de paciencia. Sin embargo, en mitad de la digestión, la tendencia fue descomponerse. Pogba no aparecía y Griezmann no daba abasto. Alerta. Francia caía en las trabas de la pizarra de Petković.

Tras el descanso, entró Coman para que Deschamps intentara darle mayor coherencia a su equipo. Aunque el ritmo no aumentaba y eso reforzaba el plan suizo, que a punto estuvo de concretar otra internada extremadamente sencilla de Embolo, para mayor sonrojo de una tétrica cobertura bleu. Suiza se empeñaba en perdonar. Lloris le atajaba un penalti a Ricardo Rodríguez tras otra excursión portentosa del máximo asistente de la Eurocopa: Steven Zuber. La intervención del arquero spur en la pena máxima despertó del letargo a la constelación de estrellas. La típica que cambia el contexto del partido. Un punto de inflexión. Mbappé ofreció réplica inminente y poco después, otra jugada de fútbol de salón desde la frontal supo concretarla Benzema. En un minuto, el ariete del Real Madrid -que acabó lesionado- aprovechó la conexión del tridente para remontar. La locura del lunes cogía callo en Bucarest. De verse en la lona, a exhibir su versión de campeona del Mundo. El huracán bleu se hizo de rogar, pero un rato le bastó para intimidar a Suiza.

Jan Vertonghen of Belgium looks dejected as Belgium Assistant Manager Thierry Henry hugs Kylian Mbappe of France at the end of the 2018 FIFA World Cup match at St Petersburg Stadium, St Petersburg Picture by Paul Chesterton/Focus Images Ltd +44 7904 640267 10/07/2018
Más allá del penalti fallado, Mbappe cuajó una Eurocopa muy lejos de las expectativas. Foto: Paul Chesterton/Focus Images Ltd

El repertorio que Pogba había ofrecido en esta Eurocopa se tradujo en un precioso latigazo hacia la escuadra para, aparentemente, echarle el lazo al partido. Porque en este lunes, nada era lo que parecía. Ni la misma Francia, efervescente y terrenal. Cuando parecía facturar el billete hacia San Petersburgo, vio el resurgir de Suiza. Como el ave fénix, Seferović se volvió a elevar para ruborizar -otra vez- a la defensa rival. El punta del Benfica cabeceó un centro medido de Mbabu. Aún quedaba partido. Porque en transición, emergió el revulsivo Gavranović, al que habían anulado previamente un tanto por milimétrico fuera de juego. Desde la frontal, y en carrera, sentó a Kimpembe para cruzarla lejos de Lloris. Lo que quedaba de guion de partido, acabó de saltar por los aires con una prórroga igual de excitante.

La Francia de los tres gigantes se deshilachaba a tirones. Sin Griezmann, sustituido, y con Benzema, Coman y Mbappé, al límite en lo físico. Suiza supo resistir para forzar los primeros penaltis de esta trepidante Eurocopa. Una tanda que, hasta el último y decisivo golpeo, recordó a la última final de la Europa League por la precisión y sangre fría de los lanzadores. En Bucarest, el delantero parisino confirmó que ésta no iba a ser su Eurocopa. Asumió la responsabilidad del quinto y definitivo, para toparse con la inspiración del héroe helvético Yann Sommer. Así tiró de épica Suiza para derrotar a Francia, por primera ocasión en partido oficial, y romper el techo de cristal de los octavos de final. Así, cuando menos lo esperábamos. Cuando más lo necesitábamos. No fue un lunes cualquiera para la última subcampeona de Europa y la vigente campeona del mundo. El fútbol demostró que a veces no es lo que parece.

 

Foto de portada: Anthony Stanley/Focus Images Ltd