Toni Kroos, otro genio tocado por Pep Guardiola

Toni Kroos es uno de los mejores mediocampistas de la historia de Alemania y el Real Madrid. Repasamos la importancia de Pep Guardiola en su carrera.

Un inicio prometedor

Desde bien joven deslumbraba a aficionados y expertos. Media punta clásico, pegada endemoniada a media distancia, con ambas piernas. Buen olfato para el gol y para encontrar compañeros, todos los balones en ataque pasaban por él. Así decía Franz Beckenbauer durante el Mundial U17 del 2007:

“Al diez, hay que echarle un ojo al diez. Va a ser un fenómeno”.

Sin duda alguna, Kroos tiene una deuda eterna con Jupp Heynckes, quien le dio protagonismo en el Bayer Leverkusen cuando estaba en condición de cedido y luego lo tuvo mucho en cuenta en el FC Bayern München. Con Heynkes llegó al estrellato, sobre todo, jugaba de media punta, se colocaba detrás del delantero en el 4-2-3-1 clásico del DT alemán y en par de años bajo sus órdenes anotó 18 goles y repartió 23 asistencias. Su influencia en el marcador era constante, considerable e importante.

Sin embargo, a pesar de sumar titularidades jornada tras jornada, daba la sensación de que no era dueño del puesto si todas las piezas estaban sanas. Las constantes lesiones de Arjen Robben le abrían un hueco al alemán en el 11 de Jupp.

Guardiola lo tenía claro desde antes de llegar

Cuenta Martí Perarnau en su libro Herr Pep que, meses antes de asumir las riendas del equipo bávaro, Pep Guardiola ya tenía bien visto a Kroos durante las negociaciones con la presidencia del club:

“Debaten sobre Mario Gómez, Luis Gustavo y Tymoschuk, y Pep afirma que no quiere que el Bayern se desprenda de Toni Kroos.”

El esquema de Guardiola no incluía la posición que habitualmente desempeñaban Kroos y Thomas Müller. Ahora se jugaba en un 4-3-3, con dos interiores, por lo que ambos tendrían que modificar sus roles en el campo. A Müller lo traicionaba su instinto de pisar área, pero Toni cada día se sentía más a gusto. Poco a poco el alemán fue ganando en jerarquía, ocupaba la posición de interior izquierdo y de vez en cuando también se colocaba en la base del mediocampo. Así escribió Perarnau sobre un duelo de pretemporada:

“El segundo tiempo es un festival de Kroos… aporta fluidez y continuidad al juego y lo hace tanto desde la izquierda, su costado natural, como desde la derecha. Estos 45 minutos bastan para que Pep certifique lo que ya intuía antes de llegar y comprobó en el primer entrenamiento: Toni Kroos será una pieza vital en su engranaje. No solo es buen jugador sino que es muy listo. Levará la batuta.”

Definitivamente, Kroos se convirtió en el tiempista del conjunto. La idea del entrenador era crear un centro del campo con Bastian Schweinsteiger en la base y Kroos – Thiago Alcántara como pareja de interiores, pero tanto el español como el experimentado mediocampista alemán fueron intermitentes debido a continuas lesiones. Eso afianzó aún más al joven Toni como dueño de la esférica, como el titiritero que llevaba los hilos y decía cuándo y cómo atacar.

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La prolongación de Pep en el campo

Quizás el sueño de cualquier niño es, de grande, anotar goles y repartir asistencias. Kroos lo logró con Heynckes, y ahora el entrenador catalán le pedía que renunciara a ello, que se alejara un poco del área rival, sin embargo, aunque con menos focos apuntándolo su nivel de influencia en el funcionamiento de su equipo crecía, se convirtió en imprescindible. Así marcaba Perarnau previo a la final de la DFB Pokal 2013-14.

“Kroos es la otra prolongación de Pep en el campo: cree en su idea de juego y se está dejando la piel por él.”

Uno de los mayores ejemplos de su hegemonía sucedió en los octavos de final de Champions League, ante el Arsenal en Londres, donde hizo una segunda mitad de escándalo: 152 pases con 97% de efectividad, además que abrió el marcador en el minuto 54 (0:2).

Kroos ascendía como centrocampista y era sobrenatural la capacidad para activar compañeros a 30 metros casi sin fallar. La efectividad de pases era superior al 90%, y lo mejor, por lo general no eran pases ociosos, sino que buscaban el progreso en la organización y ataque del equipo. Así decía Pep, tras un partido de cuartos de final ante el Manchester United:

“Tremendo Toni. Hace un año jugaba de mediapunta y hoy a secado a Rooney, ¡a Rooney!, jugando de mediocentro defensivo.”

En la temporada 2013-2014, el impacto de Kroos fue tan grande que entró por primera vez en su carrera en el 11 ideal de la UEFA, ni siquiera cuando el triplete lo había conseguido. Además, con un rol similar al del FC Bayern da disertación en el Mundial de Brasil 2014 y nuevamente se cuela en el 11 ideal del torneo. Su papel en el campo había cambiado y su carrera seguía creciendo.

El genio, lejos de München

No podemos saber qué hubiese sido de él si se hubiera quedado en München bajo las órdenes de Pep, tal vez hubiese sido mejor aún o no, aunque superior versión que la vista bajo las órdenes de Zinedine Zidane es difícil de encontrar. Lo cierto es que Toni decidió marcharse, más por un tema económico que deportivo, y junto a Casemiro y Luka Modric formó uno de los tríos de centrocampistas más dominantes de la historia del fútbol.

Con los años se convirtió en un bicharraco batiendo presiones rivales. Parece que no corre, no lo necesita tampoco, desde un rango de acción pequeño encuentra, como francotirador, un compañero en cualquier punto del campo y su infinidad de registros para hacerle llegar el balón le ha resuelto más de una eliminatoria al Real Madrid.

Para pesar de este redactor, en su última temporada en Bundesliga no se recogían aún estadísticas de pases, ni mapas de calor para explicar de manera más gráfica su evolución de una posición a la otra. Hasta la fecha, solo hubo fríos números de goles y asistencias que se muestran en cualquier sitio web que se consulte, números que si nos dejamos guiar por ellos muestran una involución en vez de la consolidación de un genio.

Pero lo que nos corrobora que Guardiola tocó la tecla correcta es que, a partir de la 2013-14, ningún entrenador que lo tuvo bajo sus órdenes prefirió al Toni mediapunta antes que al centrocampista, todos se quedaron con su buen pie antes que con su olfato.