Tuchel propone y Zidane responde


Al Real Madrid le tocó sufrir este martes para acabar empatando a uno en el Alfredo Di Stéfano. El Chelsea fue mejor durante más tiempo en todas las fases del juego, y la impresión que ha dejado en este primer partido de la semifinal es la de un equipo muy serio y perfectamente trabajado. Con y sin balón, el cuadro de Thomas Tuchel superó al de Zinedine Zidane, salvo en pequeños tramos de la segunda parte (en la que ambos bajaron sus prestaciones), y este resultado, habiendo marcado ya un gol fuera de casa, le permite al Chelsea afrontar el encuentro de vuelta con una ligera ventaja sobre los blancos. El fútbol es fútbol, como decía Vujadin Boskov, y cualquier cosa puede ocurrir en 90’, pues si por algo es tan grande este deporte es porque dos y dos no siempre suman cuatro, pero atendiendo a las sensaciones que ha dejado este primer duelo el Chelsea regresó a casa con la certeza de haber sido (táctica) y estado (físicamente) mejor, aunque el Real Madrid está vivo. Y si algo ha demostrado con los años es que aquí todavía se vuelve aún más peligroso.

Ahora bien, el cuadro blanco deberá ajustar muchas cosas de cara a la vuelta para superar a este Chelsea en Stamford Bridge y sellar así su billete para la gran final. El equipo inglés tuvo muy claro cuál debía ser el plan desde el arranque. Thomas Tuchel puso el cebo como el que pone un caramelo en la puerta de un colegio y el Real Madrid se tragó hasta el anzuelo. Desde la llegada del entrenador germano al banquillo de Londres, el Chelsea, su Chelsea, se está caracterizando por ser un equipo que está gestionando muy bien sus posesiones. La idea de los ingleses fue acumular muchos pases en una zona aparentemente tranquila, en el corto espacio que separaba a los centrales de los dos pivotes, con el objetivo de atraer la presión del Real Madrid para castigar automáticamente su espalda con los futbolistas que atacaban en profundidad. Esta jugada, repetida una y otra vez durante toda la primera parte, dio lugar al 0-1 de los ingleses con un gran balón al espacio de Antonio Rüdiger para el desmarque de Christian Pulisic, y todas las veces se le atragantó al Madrid.

Real Madrid 1 (Benzema 29′)
Chelsea 1 (Pulisic 14′)

RM-CHE vs Away team - Football tactics and formations

El cuadro de Zinedine Zidane saltaba de una forma bastante agresiva a la presión en esos reinicios con cinco piezas al mismo tiempo: Karim Benzema, Vinícius Jr., Luka Modric, Toni Kroos y Casemiro, que se alejaba mucho de la posición que habitualmente ocupa por delante de los centrales, a fin de emparejar así una situación de 5×5 (tres centrales del Chelsea y dos pivotes vs. dos puntas del Real Madrid y tres centrocampistas) que, en fondo y forma, acabó por desajustar la transición defensiva de los blancos. El Real Madrid sufrió muchísimo en estas situaciones. Demasiado. Y el Chelsea aprovechó los huecos que cuidadosamente iba generando por delante de la línea del balón para que Timo Werner, Mason Mount y Christian Pulisic, en situación de 3×3 ante los tres centrales del Real Madrid, además fijar e impedir que estos pudiesen acompañar la presión de las dos líneas anteriores, acabasen por reventar la fragilidad del sistema blanco. Ya fuese desde los pases de los centrales, especialmente a través de un Rüdiger bastante inspirado en los reinicios del juego de su equipo, o desde las conducciones de los pivotes, con un N’Golo Kanté pletórico en la arrancada y el posterior zigzagueo para adentrarse en campo contrario, el Chelsea generó de este modo varias situaciones de superioridad posicional (y a veces también numérica, que ya fue la puntilla) ante un Real Madrid completamente partido en sus esfuerzos defensivos.

En este escenario, eso sí, emergió un Karim Benzema que se disfrazó de Cristiano Ronaldo en las noches grandes para tirar del carro cuando más lo necesitaba el Real Madrid. El francés mandó un balón al palo, primer aviso, y no perdonó después en el área con una fantástica volea de espaldas a portería que fulminó a Edouard Mendy. A nivel jerárquico, Benzema volvió a ser claramente el mejor futbolista del Real Madrid. Se ofreció como de costumbre por delante de la línea del balón, yendo de un lado para otro en cualquiera de los tres carriles para juntar al equipo y hacerlo progresar a través de sus apoyos, pero la circulación del Real Madrid fue mucho más lenta y previsible que otras veces. Al equipo le costó una barbaridad que Luka Modric entrase en juego con continuidad, algo que solo logró en algunas fases de la segunda parte cuando el croata abandonó su perfil derecho para pasar a jugar y recibir más cerca del izquierdo (con Kroos muchas veces lateralizado), y eso evidentemente lastró mucho la cantidad y la calidad de las posesiones del Real Madrid.

N'Golo Kanté fue claramente el mejor futbolista del Chelsea. Foto: Martyn Haworth/Focus Images Ltd
N’Golo Kanté fue claramente el mejor futbolista del Chelsea. Foto: Martyn Haworth/Focus Images Ltd

Un Real Madrid que, por cierto, recuperó para la causa (debido a las bajas de Sergio Ramos y Ferland Mendy) el sistema de tres centrales y dos carrileros, con Dani Carvajal (derecha) y Marcelo (izquierda) en los costados, el cual le permitió quedarse emparejado con el dibujo del Chelsea (3-4-2-1), aunque el brasileño, en fase ofensiva, actuó con muchísima autonomía para moverse dentro (mientras que Vinícius era quien fijaba fuera; lo cual hizo dudar al principio a Azpilicueta, carrilero, y Christensen, central), pero el problema no fue el esquema. Que el Real Madrid sufriese tanto para hacer de su presión una respuesta eficaz a los primeros pases del Chelsea es algo que va más allá del propio sistema, porque no fue un defecto de forma sino de fondo. Con el 4-3-3 más habitual los tres centrocampistas se hubiesen abalanzado de la misma manera sobre los primeros pasadores ingleses, pues ese era el objetivo del Chelsea, y aquí es donde hay que reconocerle el mérito a Tuchel, ya que es un automatismo que el equipo tiene ya perfectamente trabajado, y hasta que Zinedine Zidane no consiguió corregir la posición de Casemiro al descanso, el Real Madrid continuó pasándolo muy mal por los espacios que se generaban a los lados y a la espalda del ’14’. El brasileño, ya en la segunda mitad, dejó de saltar tan arriba como en la primera, y esto disuadió muchas de las líneas de pase que el Chelsea había encontrado por dentro en los primeros 45′. Zidane ajustó al descanso e igualó el partido con un nuevo escenario.

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Cierto es que el Chelsea tuvo otro buen repunte en su juego a raíz del triple cambio que Tuchel realizó de una tacada. Hakim Ziyech, Reece James y Kai Havertz ingresaron al campo, y esta triple sustitución provocó un efecto rebote en el equipo que consiguió minimizar el impacto de Eden Hazard en el encuentro. El belga ingresó al campo en el mismo momento que los tres futbolistas del Chelsea, pero su efecto fue tangible en la recta final. Con las posteriores incorporaciones de Odriozola y Asensio, el Real Madrid recuperó el 4-3-3, pasando a Nacho al lateral izquierdo y situando al extremo balear en la izquierda, y el equipo mejoró, sobre todo a partir del protagonismo que Hazard fue cogiendo por dentro, por detrás de Karim Benzema, y en ese escenario, con todo el bloque mucho más adelantado que en la primera mitad, Éder Militao se acabó de consagrar en otra gran noche del máximo nivel. El central brasileño está rapidísimo en todas sus acciones. Y además de veloz, está realmente acertado en todas sus decisiones. Ayer, especialmente en ese tramo final, debió asumir bastantes riesgos para permitirle al equipo atacar cerca de la portería contraria, y aun así se impuso con suma solvencia en todos los lances cuerpo a cuerpo. Yendo por arriba, lanzándose al suelo, corrigiendo al espacio o anticipándose para ganar la posición, Militao volvió a demostrar anoche que está perfectamente preparado (física, técnica y mentalmente) para responder en este tipo de escenarios, y su aparición en este momento tan crucial de la temporada es una de las mejores noticias del Real Madrid en las últimas semanas. La otra, aunque con mucho más recorrido en el tiempo, es un Thibaut Courtois realmente diferencial bajo palos. Y la tercera, que no por ello menos importante, es que el equipo, a pesar de las bajas y el desgaste acumulado, sigue encadenando partidos sin conocer la derrota, y esa estabilidad es de un valor brutal en una situación como la actual.

Foto de portada: Kristian Kane/Focus Images Ltd.