Turquía-Suiza: las cuentas que no salen contra las que sí


Turquía está, más o menos, en el mismo lugar que hace cinco años. O un poco peor. Por aquel entonces, había perdido sus dos primeros partidos en la Euro 2016 por 0-1 ante Croacia y por 0-3 frente a España. Su goal-average era de -4. En la tercera jornada ganó por 2-0 a la República Checa y acabó con 3 puntos y un -2 de diferencia de goles. No fue suficiente. Fue uno de los dos terceros que se quedó fuera. Ahora, antes de recibir a Suiza en Bakú -ya contamos en el encuentro anterior que, para ellos, jugar en Azerbaiyán es disponer de una especie de localía encubierta-, sus registros son muy similares: 0 y -5. A juzgar por el único precedente con este formato, no le bastaría con derrotar a los helvéticos: los tiene que destrozar. Sólo una goleada escandalosa les daría alguna posibilidad de acceder a octavos de final.

Y, la verdad, Turquía no parece estar para golearle a nadie. Su desempeño hasta el momento en la Eurocopa 2020 ha sido muy decepcionante. No ha sido ni sólida, algo que se daba por descontado viendo sus registros en la fase de clasificación y teniendo en cuenta la experiencia en campeonatos de máxima exigencia de sus dos centrales, Soyuncu y Demiral. Okay ha naufragado en la posición de pivote de contención, y Çalhanoglu no ha generado prácticamente nada en ataque. Senol Gunes, que ya intentó agitar al equipo en el segundo encuentro dando la titularidad a Cengiz Under, deberá dar una vuelta de tuerca más al once. Al menos, para dar una imagen más digna en lo que se intuye que será la despedida de su selección en el campeonato.

Esa decadencia turca entrega esperanzas a una Suiza que en el primer partido fue mejor que Gales durante muchos minutos pero que tuvo que conformarse con el empate. Llega con un punto en su casillero y algo decaída tras prácticamente ni competir ante Italia, pero tiene la clasificación en sus manos: con una victoria, salvo carambola insospechada, se tendría que meter como una de las mejores terceras. El cuadro de Petkovic está echando de menos una versión más decisiva de Xherdan Shaqiri, que en los últimos torneos había brillado muy por encima de lo que lo suele hacer en sus clubes. Hasta ahora, el zurdo de origen kosovar está apagado, incómodo en la posición de media punta por detrás de dos delanteros, como acusando el exceso de piernas que se levantan a su alrededor. Su jerarquía nos hace pensar que se mantendrá en el once, pero el seleccionador ya le ha cambiado en los dos encuentros y no sería tan raro que lo dejara de inicio en el banquillo. El que podría perder su puesto es Seferovic: con Embolo indiscutible -está siendo el mejor suizo en esta Eurocopa-, Gavranovic amenaza con sustituirle si el técnico decide apostar por priorizar la movilidad y el dinamismo.

Turquía-Suiza, Bakú, 20 de junio, 18:00. Alineaciones probables:

Turquia vs Suiza - Football tactics and formations

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